Salir de la rutina y vacacionar sin salir de la ciudad olvidándose del tráfico, el estrés y la cotidianeidad, para vivir una experiencia que te permite conectar cuerpo, alma y mente es la propuesta del hotel JW Marriott.
Al llegar, la filosofía de la marca, Revolution in Motion, se materializa en el renovado diseño de sus pasillos y en la decoración de las 314 habitaciones de sus 26 pisos, en las que reinan los colores de la naturaleza y los pisos de madera sustentable. Transformación que se hizo el año pasado a la obra arquitectónica de la firma Sordo Madaleno, que invita al descanso desde el primer momento.
En la habitación, la vista es relajante con la ciudad desde las alturas, desde donde se ven las torres que se construyen en Polanco o bien, el verdor que rodea al Castillo de Chapultepec.
Aunque la tranquilidad y mejor vista, sin duda alguna, está en el piso 7, donde se encuentra el Health Club y la mirada se deleita al tener de frente el Auditorio Nacional y la bandera tricolor del Campo Marte, que ondea a la menor provocación del viento.
Ahí, todos los sentidos se nutren y el cuerpo, el alma y la mente logran la conexión perfecta; tras ejercitarse en las caminadoras o elípticas, o bien consentirse en la piscina climatizada, en el vapor o en el sauna para terminar con un masaje personalizado que aplica la terapeuta Araceli Briones, tras un breve cuestionario y una revisión en espalda para saber qué tipo de masaje (terapéutico, relajación o shiatsu) aplicar.
Inspirado en la personalidad y filosofía de su fundador John Willard Marriott, que destacaba la importancia de vivir el aquí y el ahora, el equipo humano del hotel juega un rol protagónico en ese objetivo, pues no hay petición imposible e incluso se adelantan a ofrecer el servicio, como suele hacerlo Janete en el área de la alberca.
Fiesta de sushi
La propuesta de alimentos es tan variada como los huéspedes que llegan a la sede de JW Marriott en Polanco.
En el bar, la fiesta del sushi se integra de ocho variedades para todos los gustos, puede ser “de anguila, salmón o atún e incluso hasta vegetariano”, dice la chef mientras prepara su recomendación con anguila, con pepino, aguacate, ajonjolí y una salsa especial de anguila. Y para maridarlo el bartender Andrés Romero sugiere un Dragón rojo, un coctel a base de mezcal artesanal 8 víboras.
Xanat y la vainilla
El restaurante, que inspira gran parte de su propuesta en su nombre, Xanat (flor de vainilla), ofrece una diversidad de experiencias a base de cortes, pescados, mariscos, pastas y platillos mexicanos.
El fin de semana, en el restaurante, tanto en su interior como en la terraza que siempre coquetea con los paseantes de Campos Elíseos. El ambiente se torna más familiar con el buffet; la recomendación se integra por la estación de frutas, omelets, fiambres, los tradicionales chilaquiles y por supuesto la dulzura que aportan los hot cakes o los waffles.
De paseo por Polanco
Como parte de las vacaciones sin salir de la ciudad, o staycation, se antoja dar un paseo cercano al hotel; así que la sugerencia es ponerse los tenis y visitar el aviario que, a una cuadra, permite el disfrute y conocer un poco más de las características de una diversidad de aves; o bien caminar por el Parque Lincoln y darse tiempo para disfrutar de un helado en la nevería Roxy o hasta unos churros de El Moro.
Claves
Destino turístico“Ciudad de México se ha convertido en parada obligada para conocer un México distinto a Los Cabos, Tulum o Cancún; JW Marriott es una opción”: Diana González, directora de ventas.
Muy consentidos
La atención es muy personalizada por lo que, en cada área, además de las amenidades, se cumplen las peticiones del huésped de inmediato.
Mascotas bienvenidas
Como parte de su evolución, además del cambio del diseño de interiores, ahora el hotel es totalmente pet friendly.
DAG
