Existen muchas maneras de promocionar un país, pero pocas tan originales como la que utiliza Finlandia, cuya agencia de fomento exterior (ThisisFINLAND) ha creado una colección de 56 emojis temáticos para explicar al mundo la peculiar idiosincrasia de sus gentes de forma irónica e irreverente.
Finlandia fue el primer país en crear emojis oficiales y usarlos para publicitar su marca en el exterior, aunque curiosamente no fueron elaborados por diseñadores finlandeses, sino por el artista gráfico brasileño Bruno Leo Ribeiro.
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Desde la publicación de los primeros emoticonos a finales de 2015, la repercusión internacional de este novedoso y económico método publicitario ha sido tal que la agencia, dependiente del Ministerio de Exteriores, ha ido añadiendo nuevos emojis a la colección, con un humor cada vez más mordaz y autocrítico.
Con un coste total de apenas 40 mil euros, la campaña acumula más de 200 millones de "clics" en medios digitales y redes sociales y ha obtenido varios premios internacionales, entre ellos el de Comunicación Viral en Berlín y el de Mejor uso de las redes sociales en Londres.
Como es lógico, la colección dedica algunos emojis a fenómenos culturales tan finlandeses como la sauna -a la que se debe ir totalmente desnudo- o el "auténtico Papá Noel", quien, según ThisisFINLAND, vive en la Laponia finlandesa, no en el Polo Norte.
Asimismo, aparecen retratados algunos objetos que han dado prestigio internacional al país nórdico, como el "irrompible" Nokia 3310, uno de los móviles más vendidos de la historia, o la caja-cuna de cartón llena de ropa de bebé que el Estado reparte a todas las embarazadas finlandesas desde hace siete décadas.
Una taza de café humeante y un melenudo con muñequeras de pinchos recuerdan que Finlandia es el país del mundo donde más café se consume y en el que hay más grupos de "heavy metal" per cápita, una curiosa elección teniendo en cuenta que la nación destaca en logros más relevantes, como la educación, la transparencia o la igualdad.
Más allá de la adulación propia, la serie también retrata sin pudor otras peculiaridades que resaltan lo extraños e incluso patéticos que pueden llegar a ser los finlandeses.
A esta categoría pertenece, por ejemplo, un emoji titulado "Kalsarikännit" (borrachera en calzoncillos), que ilustra la costumbre de emborracharse solos, en casa y en ropa interior, un hábito al parecer lo suficientemente extendido como para que exista una palabra en finés para describirlo.
Otro emoji muestra la típica manera de esperar al autobús en Finlandia: lo más alejados posible unos de otros y ensimismados con el teléfono móvil para no tener que socializar con desconocidos, aunque, por lo visto, no se debe a que sean huraños, sino simplemente reservados.
"Los finlandeses respetan la privacidad y el espacio personal de los demás, y esperan lo mismo a cambio. Cuando hables con un finlandés, no te acerques demasiado, a no ser que quieras ver cómo retrocede lentamente", explica con humor ThisisFINLAND en su web.
La agencia tampoco tiene reparos en dedicar uno de los emojis oficiales al mal genio finés y a la palabrota con la que más habitualmente lo expresan, "perkele", que aunque literalmente significa demonio, es en realidad un término tan grosero como malsonante.
mrf