Muchos lo sueñan, pero muy pocos se atreven a hacerlo.
En febrero de 2012, Lucas Cárdenas, de 34 años y Florencia Bratovich, de 27, dejaron todo atrás, empacaron ligero y salieron de casa con la mente en un solo objetivo: recorrer América a bordo de una limosina Cadillac Brougham Deville, modelo 1989.
Desde la Patagonia hasta Alaska, la pareja, que tiene seis años de relación, busca vivir esta aventura sin fecha límite, ya que como ellos mismos han compartido "llegarán cuando tengan que llegar", ni un día antes, ni un día después.
Fue así como nació el viaje denominado "América Sin Límites", y hasta el momento han recorrido 16 países.
"Es un sueño que teníamos de hace mucho tiempo. Un día decidimos animarnos, poner una fecha y nos trajo hasta aquí", expuso Florencia.
Entrevistados en su parada en San Diego, California, ambos compartieron su aventura desde que salieron de tierra argentina, caracterizada por grandes enseñanzas, nuevas amistades y la invaluable experiencia de recorrer la mayor cantidad de rincones en el continente.
"Dejamos todo, dejamos la vida tal cual la conocemos, tienes que dejarla atrás, cerrar la puerta de tu casa, dejar tu familia, amigos, tu gente, tu trabajo, absolutamente todas tus pertenencias y salir a ver qué te depara la vida. Pero ahí está lo bueno, que no sea una rutina y la verdad es que nunca nos ha faltado nada. En Latinoamérica al menos nadie te va a negar un plato de comida, una mano", comentó Lucas.
En San Diego, se hospedan en casa de su amigo Christian Salomón, a quien conocieron a través de Internet y que entiende mejor que nadie lo que están viviendo, ya que hace cuatro años también recorrió América, aunque en motocicleta.
Lucas y Florencia sobreviven con base en donaciones y vendiendo fotografías y un libro que plasma su viaje; además, escriben mensualmente sus experiencias para una revista argentina.
Aunque pocos, también han tenido momentos difíciles; ha sido la misma comunidad la que les ha ayudado con lo que se pueda, inspirados por su noble historia.
"En Bolivia se nos congeló el auto a 20 grados bajo cero, en Perú tuvimos un pequeño problema con la policía por un malentendido por parte de ellos que luego se resolvió bien y en Ecuador estuvo a punto de comernos un caimán, pero por suerte aquí estamos", comentó Lucas.
Florencia, quien se dedica a la fotografía, relató que esta experiencia "donde cada día es distinto y especial" les ha servido mucho "como personas y como pareja", y aunque han tenido desafíos, más grandes han sido las satisfacciones y el conocer cómo en América, siempre hay alguien dispuesto a ayudarlos.
En México estuvieron tres meses: "un país increíble", que recorrieron de punta a punta, compartieron. "Es de la gente más amigable que hemos conocido en el continente, no teníamos ganas de irnos, nos trataron muy bien y es uno de los lugares a los que volveríamos sin dudarlo", dijo.
Contrario a lo que se podría pensar, mencionaron que Estados Unidos fue "la frontera más fácil de cruzar". Tan sólo fueron quince minutos por la garita en Laredo y no se les pidió mucha documentación.
La limusina que adquirieron con la idea de rentarla para eventos es ahora su mayor cómplice y protagonista. En cada una de sus paradas, recibe la atención de curiosos, quienes quieren conocer un poco más del enigmático vehículo.
La pareja pretende llegar a su destino en el verano y antes de partir de California, invitó a todo América a acompañarlos a través del sitio de Facebook "América Sin Límites".
"Un viaje como estos te enseña algo fundamental: el tiempo presente es el único que importa. Lo que tenemos es hoy, este momento, mañana no sabemos, todavía falta mucho para llegar a Alaska y el día que lleguemos sabremos qué sigue en nuestras vidas", finalizó Lucas.