No hay que ir hasta Juárez, García, Salinas Victoria, Ciénega de Flores o Zuazua para conocer la problemática del transporte urbano.
En los límites de Escobedo y Apodaca, por la carretera a Laredo, existen varias colonias donde los usuarios, desde hace varias semanas, están sufriendo las decisiones de los permisionarios de la Ruta 318, que quieren abarcar cada vez más territorio.
Y es que esos microbuses que daban servicio a la colonia Moisés Sáenz se extendieron a la Fernando Amilpa, en Escobedo, y luego a la Amarantos, en Apodaca.
Sin embargo, para extender su ruta, ahora van hasta el Campo Militar, colonia Valle del Norte, Bosques y la empresa Mattel, en el Libramiento Noroeste.
El tiempo que tardaban en pasar a las paradas era de 10 a 15 minutos, y ahora la gente denunció que en las "horas pico" tardan de 45 minutos a una hora, aproximadamente.
La vecina Rosa Nelly es una de las afectadas.
"Mi trabajo está a 10 o 15 minutos de mi casa; ahora tardo hasta una hora esperando la pesera, todo porque metieron micros para el Campo Militar, Bosques, Valle del Norte y la Mattel... No es posible, es pésimo el servicio y luego cuando pasan ya van llenas, además de que los asientos están quebrados", expresó.
Señalan que los puntos críticos de esta ruta son los cruces de la avenida López Mateos con Balcones del norte, así como con Eugenio Benavides.
Entre las colonias afectadas están Amarantos, Lirios, Moisés Sáenz, Jardines de Monterrey, Balcones del Norte, Arboledas de Escobedo y la Fernando Amilpa.