Una década y cuatro administraciones municipales transcurrieron sin que la problemática de la saturación de los dos panteones municipales fuera resuelta con la construcción de un tercer cementerio.
La promesa de un nuevo camposanto comenzó durante la administración de Eduardo Olmos Castro (2010-2013), cuando incluso fue anunciado que se gestionaría vía el Fondo Metropolitano su edificación sin que se cumpliera. Así también en la gestión de Miguel Ángel Riquelme Solís (2014-2017) hubo anuncios y hasta la presentación de maquetas y un presupuesto estimado en los 20 millones de pesos para su cristalización.
La intención era que dicho cementerio serviría también como una solución parcial a la problemática que años atrás se presentó en Jardines del Carmen a causa de inundaciones. Sin embargo, al final el argumento en el transcurso de esa administración fue que no se consiguieron recursos. E
l más reciente esfuerzo por concretar un nuevo panteón fue en la actual administración reelecta que encabeza Jorge Zermeño Infante y que está por terminar sin haber concretado nada sólido al respecto. El director de Obras Públicas, Tomás Galván Camacho recordó que cuando arrancó la gestión en 2018 trataron de darle seguimiento al tema vía la búsqueda de recursos federales sin que tuvieran éxito.
“En seguimiento al antecedente que había aspiramos a meterlo como proyecto ante la federación en 2018 y 2019 con un monto de 25 millones de pesos, pero como vimos que avanzara revisamos más posibilidades”.
Detalló que había un terreno de cinco hectáreas disponible en las inmediaciones del ejido San Agustín que no pudieron utilizar ante la falta de recursos.
“La idea era poder cubrir una demanda de al menos 200 espacios por año con el servicio de inhumación natural”, agregó.
Expuso que la siguiente opción que trataron de cristalizar fue expandir el Panteón Número 2 ubicado al suroriente de la ciudad.
“Ahí se estaba revisando con la iniciativa privada la donación de un terreno de dos hectáreas y una inversión estimada en los 10 millones de pesos con la posibilidad de usar el servicio de nichos”.
Al respecto, Librado Acosta Antúnez, director de Panteones en Torreón, dijo que se realizaron gestiones con una empresa para ceder el espacio de dos hectáreas y que era ideal porque estaba a 200 metros del actual cementerio, aunque al final el corporativo declinó entregarlo al revisar la calidad del suelo.
“No nos lo donaron porque al hacer pruebas de compactación concluyeron que no era ideal el terreno y quisieron evitarle un problema al municipio”.
El funcionario destacó la necesidad de poder concretar a la brevedad un nuevo cementerio, pues los dos actuales carecen de espacio para nuevas inhumaciones e incluso hay un oficio vigente de marzo de 2017 en el que se prohíbe brindar ese servicio.
“Los panteones municipales cumplen la demanda de la clase media hacia abajo y si tomamos en cuenta que en 2020 un 27 por ciento de la población estaba en esa condición nos damos cuenta de la gran necesidad”, añadió.
Además de la falta de espacio y saturación que llegó a tal grado que vialidades al interior fueron invadidas por tumbas, una característica de los panteones públicos de Torreón es la falta de mantenimiento y los daños en sus tumbas más emblemáticas e históricas.
Saturación que persiste pese a las exhumaciones
Pese a las exhumaciones masivas realizadas en marzo y mayo pasado por autoridades estatales, los dos panteones municipales de Torreón están saturados.
“Hay presunciones de que quedaron esos lugares libres, pero no es al 100 por ciento. Pues ese espacio lo maneja la Fiscalía General del Estado”, declaró Librado Acosta Antúnez, director de Panteones. Puntualizó que al realizar las exhumaciones se confirmó que no fueron respetadas las distancias reglamentarias entre fosas.
“Ya muchos de los cuerpos de la fosa común estaban invadiendo los andadores de las otras tumbas”.
Explicó que de momento los únicos servicios que brindan corresponden a espacios que ya estaban comprometidos, es decir, personas que adquirieron algún terreno y no han utilizado todas las gavetas para sus difuntos.
“El promedio es de tres gavetas por espacio y hay algunos casos en que nada más han utilizado dos y les queda una. Es así como ahorita está funcionando la demanda”.
En cuanto al espacio de los cementerios, insistió en que urge uno nuevo para cubrir la necesidad de la población.
“El Panteón 1 tiene seis hectáreas y no está urbanizado, pero tenemos un cálculo con la base de datos y libros que tenemos se estima que haya 20 mil fosas. En el Panteón 2 hay un par de hectáreas con una tercera parte de fosas, es decir, 6 mil 500”.
Cementerios sin urbanizar
El funcionario municipal refirió que ambos espacios no están urbanizados y se desconoce con precisión el número de cuerpos sepultados, lo cual hace todavía más evidente la necesidad de concretar otro espacio para las inhumaciones venideras.
En las exhumaciones masivas de marzo y abril pasado fueron sacados decenas de cuerpos. En la primera jornada fueron recuperados los restos de 148 personas, mientras que en la segunda fueron 264.
Los huesos fueron llevados al Centro Regional de Identificación Forense para analizarlas y de esa forma cotejar si coinciden con alguno de los perfiles genéticos de personas desaparecidas en Coahuila.
CALE