Patricio Welsh Briceño tiene 14 años y es el más joven del club de amigos. Por su cuenta desarrolló un gusto por el ferrocarril, un medio de transporte que no alcanzó a utilizar.
Al hablar con él uno entiende que es un apasionado del coleccionismo de trenes miniatura. Conoce de modelos, marcas, precios y demás detalles que, a su edad, lo colocan como un experto.
Aunque desde pequeño ha encontrado fascinación por los trenes, fue en una visita al Parque Niños Héroes, de una forma accidental, que conoció al Club de Amigos del Ferrocarril. De ese primer contacto han pasado tres años y hoy presume una colección cercana a los 100 carros a escala.
"Un sábado normal vine al parque junto a mi papá, porque él quería andar en bicicleta. Mi bicicleta estaba ponchada y entré a este lugar porque era el único con luz, entonces veo los trenes y las maquetas y me gustó", afirma.
Patricio se describe como un coleccionista "muy cuadrado", es decir, prefiere contar con una selección de vagones y locomotoras de la misma época y los mismos modelos.
Es a través de internet como ha podido ir formando su colección. Algunos de los modelos pueden valer entre 20 o 40 dólares, aunque se si trata de un estilo muy particular, su precio puede subir hasta los 60 dólares en reventa.
"Prefiero que sea lo más realista y me gustan más los trenes modernos, como los que pasan por mi casa".
Su afición al ferrocarril no sólo lo lleva en los modelos a escala, sino que se ha aprendido los horarios y modelos de vagones que pasan por su casa, ubicada en el sector de San Jerónimo.
En tan sólo tres años de pertenecer a la asociación, menciona haber conseguido 100 carros para su colección. Hay que ser muy específico en los gustos, aclara, pues se debe definir si se van a buscar vagones de pasajeros o de carga, y si son de estos últimos, definir qué tipo de material van a transportar.
Aunque es el más joven del grupo, ya piensa en grande, pues contempla iniciar su propia maqueta en el hogar, una tarea para nada sencilla.
"Soy tan aficionado que ya conozco el horario de los trenes que pasan por mi casa. No me tocó utilizarlos, pero desde niño soy aficionado", comenta.
