En la fachada del templo de San Juan de Dios fueron encontrados vestigios de la Revolución Mexicana gracias a los trabajos de restauración que se llevan a dicho edificio.
En la fachada del templo, fueron encontradas las marcas de las balas percutidas, así como dos de los proyectiles que tenían como objetivo a los hombres del general Francisco Villa.
Dichos casquillos serán entregados a la brevedad al Archivo Histórico Municipal de León, instancia que los resguardará como testimonio de la historia de las y los leoneses.
El Municipio de León fue escenario de una de las más legendarias batallas de aquella época, la de la Trinidad, en la cual se enfrentaron los Constitucionalistas de Álvaro Obregón con los Villistas, comandados por el duranguense Francisco Villa.
Sin duda existen diversos hechos que demuestran lo mítico de este combate; y como ejemplo durante esta batalla Obregón perdió su brazo y aunque el lugar donde ocurrió fue la comunidad leonesa de Santa Ana del Conde, el general -que posteriormente se convertiría en presidente de la República se ganó el famoso sobrenombre de “el manco de Celaya”.
Otra de las huella del movimiento revolucionario la encontramos en los testimonios de los vecinos del Barrio de San Juan de Dios, los cuales sostienen que durante la persecución emprendida por los Constitucionalistas contra los Villistas los primeros creyeron que en la torre del reloj del templo de San Juan de Dios se encontraban escondidos sus enemigos; para hacerlos bajar comenzaron a disparar contra la edificación.