Lo más selecto del futbol femenil se reunió en el campo dos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, tal y como sucedió hace trece años cuando Gustavo Adolfo Leal Garza, entrenador en el sur de Tamaulipas, inició con un proyecto que ahora ha dado muchos resultados pues varias de esas futbolistas han podido trascender más allá de las fronteras, gracias a este deporte se han abierto las puertas en el ámbito académico.
Leal Garza, afirma que Tamaulipas es una potencia en futbol femenil, tan es así que se cuenta con jugadoras de selección nacional, de intercolegiales en Estados Unidos y existe una gran camada que sigue trabajando en pro de tener una mejor calidad de vida.
"Aquí en Tamaulipas hay mucho talento hay ligas escolares, hay ligas amateurs, realmente aquí hay mucho lugar para practicar futbol femenil; desgraciadamente llega un momento en el que ya no hay seguimiento, pero también hay gente nociva que cree que con andar jugando en canchitas o llevarlas a cualquier lugar y pagarles unas cervecitas o un asado creen que es apoyo, ahí se van perdiendo en esa línea negativa y no valoran el apoyo que puedan tener en los estudios”.
Enfatizó que en Tamaulipas hace falta mucha infraestructura, dijo que en Tampico llueve en seis meses al año y no es posible que solo se cuente con un solo campo de pasto sintético y es de una institución privada.
“Nadie entiende que se tiene que contar con instalaciones de pasto sintético, que las niñas deben entrenar con más de 50 balones, que deben contar con material deportivo, creo que se tiene que cambiar de chip. En el futbol no hay alto rendimiento pues se tiene que contar con nutriólogo, no hay psicólogos, no hay metodólogos, no hay médicos en el deporte, falta mucha infraestructura y apoyo, desgraciadamente hay mucho talento y mucho entrenador capacitado pero están sin armas”.
De lo que se ha obtenido hasta el momento en el sur de Tamaulipas aseguró que “lo que más me satisface es ver que son niñas de bien, que es un grupo muy unido desde que conozco a las niñas, ahorita ya hay profesionistas, graduadas, son jugadoras realizadas, trabajando en importantes empresas en donde tiene un gran futuro, inclusive hay madres de familia”.
Expresó el entrenador que gracias al futbol, muchas han podido abrirse camino en sus estudios con el programa de becas en las diversas universidades nacionales y del extranjero “son oportunidades en la vida que a la mejor si no hubieran practicado este deporte no hubieran tenido. Igual vienen empujando fuerte otras jugadoras jóvenes que son promesas, que tienen futuro y que se ha venido trabajando en este momento y buscan camino en la selección nacional”.
Actualmente, Gustavo Leal, es auxiliar del técnico Carlos Marcos, entrenador en el Tec de Monterrey campus Monterrey del equipo profesional y de la selección nacional univeristaria que este año asistió al Mundial Universitario en Corea.
MITOS AÚN EXISTEN
Lamentablemente, en pleno siglo XXI, la gente que ve a una futbolista tiene una idea en cuando a la equidad de género y eso ha frenado a que este deporte crezca y se generen más oportunidades de éxito. “Lamentablemente esto sigue pasando. Desgraciadamente hay mucha gente cerrada a oportunidades más ambiciosas y de objetivos que pueden emplear. A mí el futbol me ha dado mucho como entrenador tanto de varones como de mujeres, se han abierto muchas puertas que he podido aprovechar y en estos momento puedo decir que gracias a mi trabajo y a estas generaciones me ha ido muy bien”.
Agregó que hay muchos papás que no se enteran y no creen que, para sus hijas se genere un abanico de oportunidades al jugar al llamado deporte de las patadas “tal vez si los padres entendieran que el futbol es la herramienta para generar oportunidades para estudiar y ahorrarse mucho en tiempo y dinero en lo que invertirían o estudiar en una mejor escuela cambiaran de opinión, pero, esto es poco a poco, antes estábamos peor, creo que vamos avanzando”, dijo el entrenador tamaulipeco.
Pero las cosas para sobresalir en este deporte no han sido nada sencillas, tanto para el estratega que ahora presta sus servicios en el Tec de Monterrey, campus Monterrey, como para las practicantes de esta disciplina “Desde que inicié en el año 2002 a entrenar niñas, ha habido muchas trabas en nuestro estado, incluso para que las mismas chavas trascendieran, a mi me castigaban, eran puras trabas pero nosotros seguimos trabajando ¿con qué? con la confianza de los padres de familia, con la confianza de las niñas”.
Y tras el proceso, los primeros frutos se fueron dando “empezamos a proyectar jugadoras en universidades dentro del país y del extranjero y han aprovechado esas oportunidades, a fin de cuentas mi compromiso es seguir estando con ellas y voy a seguir trabajando y si puedo ayudar a alguien lo seguiré haciendo”, detalló.
Lo que no dejó en duda fue que lo mejor que le ha pasado como entrenador, es el aportar un granito de arena para con todas las jugadoras que ahora están cursando alguna carrera universitaria y en las que ya lograron graduarse “lo mejor es dejar en ellas algo positivo y seguimos haciéndolo, cambiar la mentalidad y la vida de muchas niñas que hoy son gente de bien”.