El empresario pizzero, Daniel Basulto de Nova reconoció que asumirá la presidencia municipal de Pungarabato en condiciones muy difíciles, pues desde hace dos años no hay en el lugar policías preventivos, de tal suerte que la seguridad pública depende completamente del gobierno estatal y la federación.
Tras rendir la protesta de rigor en el Congreso local, Basulto de Nova reconoció que hay temor por los riesgos que entraña el reto que implica gobernar Pungarabato, aunque también sostiene que "el temor está en todas partes del mundo".
Cuestionado sobre el tema, el ahora primer edil de Pungarabato indicó: "No he recibido ninguna amenaza ni quiero".
Respecto a la posibilidad de que acepte la protección de un equipo de seguridad especial, el alcalde manifestó que no comparte esa idea, aunque destacó: "Yo seré respetuoso de lo que al respeto indique el gobierno estatal".
Respecto al tema del crimen organizado, sostuvo que ese eso está principalmente en manos del gobierno federal, a través de la Procuraduría General de la República (PGR) y la Secretaría de Gobernación (Segob).
Para él, dijo que lo deseable es creer que estará al frente de un municipio con armonía social.
Al respecto, la síndica Rosalba Rendón Andrade señaló que regresa al cargo libre de compromisos y amenazas, ya que el problema que representó el secuestro de su esposo, Gustavo Borja García está resuelto.
"El problema se resolvió, confío en Dios en que ya no haya nada", apuntó.
Dijo que hasta el momento no se le ha ofrecido seguridad especial y descartó que su regreso al cabildo sea parte de un jaloneo político.
Explicó que como compañera de fórmula de Ambrosio Soto Duarte, tiene la intención de ayudar a que muchos de los proyectos planteados en campaña no se queden inconclusos.
Reconoció que cuando lo necesito contó con el apoyo moral del gobernador Héctor Astudillo Flores, en alusión al secuestro de su esposo, pero también aclaró que no ha dialogado con él.