El director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Enrique Ochoa Reza, aceptó que por pérdidas técnicas y no técnicas, - que versan en el robos de energía a través de diablitos, problemas de cartera vencida y otros,- se pierde el 16 por ciento de la producción nacional de energía en el país, lo que representa una pérdida de 50 mil millones de pesos.
Por ello, se aplicará un esquema para reducir tales cifras en término del uno por ciento de manera anual, valiendo esquemas de eficiencia del servicio.
Afirmó que la meta es llegar a reducir las pérdidas técnicas y no técnicas de energía en el país del 16 al 13 por ciento en este año, y al cierre del sexenio llegar al 11 por ciento para que la próxima generación de mexicanos pueda acortar estas cifras al seis por ciento promedio, tal y como lo marca las mediciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Ochoa Reza indicó que de acuerdo a los mecanismos de medición del organismo internacional, las pérdidas técnicas y no técnicas en materia de energía en países competitivos deben tener un rango inferior al seis por ciento.
Aceptó que en términos proporcionales la región del país que reporta el robo más alto de energía es la zona metropolitana del Valle de México, porque la empresa que distribuía energía eléctrica en esa región,- la desaparecida Compañía de Luz y Fuerza del Centro-, llegó a generar pérdidas de hasta el 30 por ciento del consumo de energía nacional.
Con respecto a la oposición que ha tenido algunos proyectos eólicos en la zona del Istmo de Tehuantepec en Oaxaca, dijo que la Secretaría de Energía trabaja para realizar labores de fortalecimiento y socialización a fin de impulsar el desarrollo de energía alternativas y sustentables como son los parques eólicos.
Aceptó que la CFE tiene proyectos pendientes de ejecutar en materia de energía eólica en Oaxaca y Tamaulipas que espera concretar antes del 2018.