A 31 meses de que fuera incendiado por estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, el jefe del Ejecutivo local, Héctor Astudillo Flores reinauguró el edificio Tierra Caliente de Palacio de Gobierno, en donde regresarán más de 600 empleados de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) que actualmente se encuentran dispersos en oficinas alternas.
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La jornada del lunes 8 de mayo se cumplieron 31 meses de que estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, acompañados por integrantes de la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM) y maestros disidentes ingresaran a las instalaciones de Palacio de Gobierno, para causaran daños en los edificios Centro, Montaña, región Norte y Tierra Caliente.
La parte más afectada de ese día fue la etapa del edificio Tierra Caliente, en donde operaba la Secretaría de Desarrollo Oficial (Sedesol) y parte de la Contraloría General del Estado, al cual los normalistas le prendieron fuego para dejarlo en pérdida total.
El incendio consumió las instalaciones eléctricas; los ventanales, mobiliario, equipo de cómputo y material de oficina, sin embargo, especialistas de Protección Civil informaron que no se generaron daños estructurales.
La incursión se dio en el contexto de las reacciones que los normalistas desplegaron en diferentes oficinas del gobierno estatal y federal, en respuesta a los ataques del 26 de septiembre de 2014 en Iguala de la Independencia, en los hechos que dejaron como saldo seis muertos y 43 de sus compañeros desaparecidos, de los que hasta el momento se desconoce el paradero.
El gobernador Astudillo Flores, su esposa Mercedes Calvo y varios de sus colaboradores, entre ellos el secretario de Finanzas; Héctor Apreza Patrón; el de Gobierno Florencio Salazar Adame; el director del Comité de Planeación para el Desarrollo del Estado de Guerrero (COPLADEG), David Guzmán Maldonado y entre otros, el director del Instituto de Educación para los Jóvenes y los Adultos, Jorge Salgado Parra realizaron un recorrido por las instalaciones reconstruidas.
La reconstrucción del inmueble costó 32 millones de pesos, en él van a regresar por lo menos 600 trabajadores que actualmente se encuentran dispersos en oficinas alteras.
Fue reforzado para resistir movimientos de tierra de alta densidad.
Para el gobernador de Guerrero, la puesta en marcha nuevamente del edificio en mención, tiene el objeto de mandar el mensaje de que la vida institucional del estado se está recuperando plenamente, tras la convulsión social con la que inició su periodo de ejercicio constitucional.
MMR