Mientras que algunos pudieron comprar nuevos televisores, u otros –los menos– recibieron los beneficios del Gobierno Federal y obtuvieron uno, en 252 mil hogares de Nuevo León, donde habitan 924 mil personas, la televisión simplemente dejó de existir.
Y es que en estas casas no hubo la facilidad para conseguir aparatos con la nueva tecnología digital, y sus viejos televisores sucumbieron ante el apagón analógico que entró en vigor el 24 de septiembre.
Lo anterior fue el resultado del estudio "Impacto del apagón analógico en Monterrey", con datos de Ibope-Nielsen, y efectuado para la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión.
Según el documento, en 21 por ciento de los hogares de Nuevo León no tuvieron acceso a la señal digital por no contar con los televisores adecuados.
En promedio, los habitantes dedicaban nueve horas con 48 minutos diarias a ver televisión, la cual descendió a ocho horas con 45 minutos después del apagón analógico.
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