El gobernador Héctor Astudillo Flores anticipó que pedirá el regreso de la Gendarmería Nacional a Iguala de la Independencia, luego señaló que hasta el momento, ninguno de los 81 presidentes municipales le ha reportado directamente que enfrente amenazas por parte del crimen organizado.
En Chilpancingo, el jefe del Poder Ejecutivo local sostuvo que Guerrero vive un momento sumamente complicado en materia de inseguridad pública, como prueba de ello mencionó el caso de Cuajnicuilapa y los hechos de violencia registrados en Polixtepec, comunidad ubicada en la Sierra del Filo Mayor.
Cuestionado sobre la inquietud que generó en Iguala el retiro del personal de la Gendarmería Nacional, Astudillo Flores anticipó que solicitará su permanencia en la cuna de la bandera nacional.
"Vamos a pedirles que no se vayan, porque cuando se retira el Ejército o la Gendarmería Nacional, inmediatamente la ciudadanía pide que no se retire, porque al final de cuentas, ante el debilitamiento de las policías municipales debe haber quien se haga responsable de las cuestiones de seguridad".
Indicó es cuestión de hacer la petición de que la Gendarmería vuelva, de antemano consideró que la respuesta será positiva.
Ningún alcalde ha reportado amenazas
El gobernador recordó que el sábado pasado hizo un llamado a los 81 jefes de cabildo, para que en caso de que enfrenten algún tipo de amenaza la hagan saber, ya que solamente se manejan algunas versiones periodísticas pero nada en concreto.
Aunque han pasado tres días, Astudillo Flores refiere que no tiene ningún caso en específico. Sin embargo, adelantó que en el transcurso de la semana se reunirá con los alcaldes por bloques de partido, en esos encuentros hay la posibilidad de que haya reportes más claros.
"Van a ser reuniones que tendrán privacía elemental, igual que pública al concluir la reunión, porque no es algo sencillo agarrar en un acto público y decir; sí, yo estoy amenazado".
No restó veracidad a lo que manejan algunos presidentes, ya que en su momento, cuando él presidió el ayuntamiento de Chilpancingo también fue objeto de presiones.
"También recibí algunas llamadas cuando quise clausurar una feria que no tenía permiso", aseveró.
Llamó a reconocer el complicado momento que viven los presidentes municipales y sus colaboradores.