El presidente de la Comisión de Agricultura y Sistemas de Riego del Congreso de la Unión, José Antonio Rojo García de Alba, aseguró que en México existe un mal diseño de políticas públicas del campo.
Esto hace que el país importe 48 por ciento de lo que se consume y que quienes se dedican a producir los alimentos no estén en condiciones económicas adecuadas: “el modelo económico que hay para el campo mexicano no es un modelo que le permita a quien produce alimentos: campesinos, productores o agroindustria, salir adelante”.
El diputado federal dijo que sólo el 8.3 por ciento de los productores de la agroindustria tienen ganancias, “y ahí desde luego están las grandes empresas como Bachoco, Cargill, Purina y más del 50 por ciento están o en autoconsumo o en una relación precaria con el mercado”.
Ante ello, consideró que se tiene que realizar una discusión seria para la reforma del campo: “esta es la parte importante que tenemos que discutir: el cómo vamos a hacer para que más de 65 leyes se conviertan en una ley general de seguridad agroalimentaria que nos permita ser más eficientes y cómo hacemos que todos esos recursos públicos, que son muchos, de veras ayuden a producir más”.
García de Alba consideró que la discusión se centra en dos cosas: que haya más alimento en la mesa de los mexicanos producidos en el país y que quienes los produzcan tengan un buen ingreso por esa actividad económica a la que se dedican.
“Discutir el modelo de políticas públicas, normas y leyes que hay para el campo mexicano y poder ir en su transformación significa el poderle cambiar la realidad a más de 20 millones de mexicanos que viven en pobreza”, refirió.
Comentó que para el 30 de junio se realizará el foro nacional para la reforma del campo y que sería en septiembre cuando se tenga ya una iniciativa.
“Es la gran oportunidad de sacar adelante una reforma que el país requiere, que se le debe, no solamente es algo que debe de darle justicia a los productores, a los campesinos sino también es ponernos un poco al día de lo que se requiere para poder tener soberanía alimentaria”, dijo.
Mencionó que tan solo en Hidalgo en las regiones de la Huasteca y la Sierra existe el autoconsumo de alimentos del campo, “tiene mucho que ver con los índices de marginación que hay en los municipios, es decir, de lo que siembran, casi todo se lo comen y venden poco”.
Añadió que otro de los puntos de la reforma es que parte de las ganancias de los intermediarios se quedan queden en los productores.