La niña Gabriela Sarahí de 12 años de edad, oriunda del ejido El Pilar en Matamoros, Coahuila, fue la primera menor de la región sometida a un trasplante de médula ósea con resultados positivos para el tratamiento de la anemia aplásica.
Su madre, Gabriela Ibarra Calvillo, narró que en noviembre pasado, luego de que su hija participó en el desfile de una comunidad rural notaron que tenía sarpullido y fiebre, la llevaron a un médico en Francisco I. Madero y le dijeron que podría tener dengue hemorrágico.
[OBJECT]Sin embargo, cuando la canalizaron a la Clínica 18 y luego a la Unidad Médica de Alta Especialidad número 71 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) detectaron que en realidad era anemia aplástica y necesitaría una donación de médula ósea.
“Se me nubló el cielo porque pensaba que era lo peor para mi hija y gracias a todos los doctores salimos muy bien”.
Mayra López, hematóloga pediatra en la institución, recordó que desde el 11 de diciembre comenzaron con antibióticos para tratar el malestar, sin embargo requirió la donación de plaquetas de sangre durante algunas semanas porque no le hacían efecto.
En esa labor, contó su madre, participó activamente el hermano de la pequeña mayor (Jesús Antonio) e incluso hasta perdió su trabajo por ello.
Por fortuna para ella y su familia, su hermana Emily Guadalupe de 5 años de edad es compatible y el 22 de febrero pasado, procedieron con hacer el trasplante que 19 días después comenzó a tener resultados positivos, pues comenzó a recuperar sus defensas y sus células.
A lo largo de esa labor de tratamiento encontraron el apoyo de la asociación "La Casita Feliz, Encendamos Una Luz", donde le brindaron albergue a la pequeña y su madre mientras dura el proceso de tratamiento y recuperación.
Ahora ambas están más cerca de volver a su hogar en Matamoros porque en breve podrán darla de alta.
[OBJECT]Sin embargo, todavía hay cosas por hacer debido a que para que pueda volver a su hogar debe acondicionar un cuarto y llevar una dieta especial que deberá seguir para recuperarse al 100 por ciento.
La pequeña Gabriela Sarahí afirmó que siempre estará agradecida con los médicos y enfermeras que durante más de tres meses la atendieron en su recuperación en la 71 y por ello tiene como meta ayudarles en su trabajo en el futuro.
“Quiero ser enfermera porque ellas me cuidaron y estoy muy agradecida”, concluyó la niña.