Una verdadera injusticia se vive en el municipio de Tampico, pues una mujer discapacitada fue golpeada y abandonada por su propia familia y el Ministerio Público se ha negado a actuar a pesar de las denuncias.
Este es el caso de la señora Adriana Reyes Díaz, quien hace aproximadamente seis años, sufrió un infarto cerebral que le paralizó la mitad de su cuerpo. Fue aquí cuando comenzó su pesadilla, pues desde el primer momento fue abandonada por su esposo Víctor Epifanio “M”.
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Desde entonces, su hermana, María Guadalupe Reyes Díaz, se hizo cargo de ella, al igual que de sus dos hijas que en ese entonces eran menores de edad.
Las cosas se complicaron, pues la señora Mary Lupita, como todos la conocen, es madre soltera y también debía ver por su hija, su padre y su madre, de la tercera edad.
Después de cinco años, su mamá falleció y a su papá le dio un infarto, que hasta este momento lo mantiene en cama y con oxigeno las 24 horas del día, haciéndole imposible continuar cuidando de su hermana.
Así que sus hijas, ya mayores de edad, se ofrecieron a hacerse cargo de ella y se la llevaron a la colonia Presidentes en Altamira. Confiada de que estaría bien con ellas, accedió, pero fue el pasado sábado 22 de febrero, cuando recibió un mensaje, informando que su hermana estaba golpeada y abandonada en la calle en la colonia Nuevo Progreso de Tampico, afuera de la casa de su cuñada.
Resulta que el esposo de su hija Viviana Leonor, de nombre Javier “A”, la golpeó sin motivo aparente, dejándole hematomas en el rostro, costillas y piernas, pues también la pateó en el suelo.
Presentar la denuncia ante el Ministerio Público ha sido todo un calvario, ya que primero no se la quisieron recibir, porque a decir de los agentes, las ofendidas debían ser las hijas y no su hermana.
Luego de insistir, finalmente quedó la investigación 122 /2025, pero a más de una semana, no han mandado al médico legista, apoyo psicológico o tan siquiera han acudido al domicilio. Pese a su estado, la afectada está consciente y lo único que pide es justicia.
Los responsables siguen sin ser castigados y ella permanece en la casa de su cuñada, ubicada en la colonia Nuevo Progreso, requiriendo apoyo en alimentos, pañales, ropa y atención médica urgente. Para cualquier ayuda puede comunicarse al teléfono 833-534-82-65.
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