En nuestra Comarca Lagunera hay una inmensa cantidad de lugares en donde nos podemos topar con especies de animales e insectos, flora y fauna en general, de las cuales mucha gente desconoce que están tan cercanas a nosotros.
En un pasatiempo muy relajante el salir a tomar fotos de todos eso que nos rodea, desde un terreno baldío, en una escuela, en lugares poco más alejados como en la periferia y hasta en sitios en los que los mismos animales buscan refugiarse en busca de un hogar y alimento.
En una de esas escapadas suelo asistir a Ciudad Juárez, Durango (Villa Juárez), municipio de Lerdo, ahí llego a una de las tiendas del poblado a surtirme de agua y algunos alimentos para internarme en las laderas del Río Nazas en busca de sorpresas naturales.
Por los caminos de terracería es obligatorio apagar la música del auto, para comenzar a escuchar el canto de las aves y diversos sonidos que la naturaleza nos regala aveces sin llegar a identificarlos.
Varias paradas son obligatorias antes de llegar al destino, una en especial al ver un robusto árbol de mora, en el cual el tronco hueco alberga a unas ardillas de roca, me hace descender del auto y veo que la mayor de ellas sale corriendo hacia el campo y una pequeña se queda prácticamente petrificada al verme a la distancia por lo cual alcanzo a tomarle algunas fotos.
A pesar que mis lentes no son de gran alcance me las ingenio y con paciencia trato de acercarme más al objetivo, las imágenes de la pequeña suelen ser tiernas y voy hasta el mismo árbol y deposito algunos cacahuates adentro para que se alimenten al menos de algo.
Pasaron algunas semanas para regresar al mismo lugar el cual he frecuentado durante casi más de cinco años.
Retomando el mismo camino de siempre no veo a la distancia el árbol de Mora, ya mas cerca a unos cuantos metros me estaciono para ver que fue derribado y parte de él quemado, rápido vino a mi mente la pregunta ¿En dónde están las ardillas?
Entre enojo e impotencia porque en el lugar rodeado de sembradíos de flores de cempazúchitl y garra de león, ni un alma a quien preguntar por el daño tan grave a este árbol el cual no tenía menos de 15 años ya que rebasaba los 15 metros de altura.
Camino por algunas veredas buscando a alguna persona y no hay éxito, regreso al lugar en donde de pronto un sonido hace que acelere el paso, una ardilla se monta sobre el tronco del difunto árbol, entre sus ramas ya secas sobresalía y se posaba en lo más alto del tronco, ahí prácticamente no dejó de entonar ese sonido tan peculiar con el cual parecía estar llorando, reclamando lo que un día fue su casa más triste al no ver señales de sus crías por ningún lado, ellos tienen derecho a vivir en su espacio, nosotros somos quienes lo hemos invadido y violentado su habitad, solamente me conforme con dejarle alimento y ver a lo lejos que se lo comía.
Así como ellos sufren como el hombre cada ves se convierte en el peor depredador de la tierra, estos nerviosos animales tienen una función vital en nuestra naturaleza, pero hay mucha gente que es egoísta y nunca piensa en ellos.
El Dato.Ardillón de roca
Se encuentran en México y parte de Estados Unidos, es una especie de roedor de la familia Sciuridae, llegando a medir de 43 a 53 centímetros. En la comarca lagunera se pueden encontrar en muchas partes serranas y hasta dentro del Bosque Venustiano Carranza.