Alrededor de 20 camiones tipo "dumper", utilizados para acarrear piedra y arena, así como sus respectivos operadores, se apostaron en la caseta de cobro de San Miguel en Ensenada debido a que la nueva empresa que trabaja en la zona del derrumbe les prohibió la entrada, sin notificación previa.
Los manifestantes son empleados de la empresa española Aldesem, que tenía más de un año trabajando en la carretera escénica Tijuana-Ensenada; tras 20 días de conflicto, la nueva empresa contratada por Capufe para continuar los trabajos de reparación, Macro, les impidió la entrada a la zona este jueves.
Los empleados relatan que trabajaron en condiciones normales hasta este 20 de marzo, cuando salieron a comer y, al regresar, ya no se les permitió el paso.
Además, denuncian que se les debe un total de 2 millones de pesos, aproximadamente, que corresponde a salarios que no se han cubierto.
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