Por separado, dos grupos de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) se movilizaron en el centro y sur de Chilpancingo, en rechazo a la reforma educativa.
Desde las 11:00 horas, el grupo que encabeza el secretario general de la CETEG, Ramos Reyes Guerrero inició una marcha en el lado sur de la ciudad y caminó por un tramo del boulevard Vicente Guerrero Saldaña.
Este primer contingente estuvo respaldado por maestros estatales aglutinados en la sección XVIII del Sindicato Unico de Servidores Públicos del Estado de Guerrero (SUSPEG), quienes también fueron convocados a participar en la evaluación docente, la que califican como punitiva.
A la altura de la zona de tiendas departamentales, los mentores se apostaron sobre los carriles centrales que conectan con la Autopista del Sol, en donde iniciaron un bloqueo parcial, pues cerraron un carril de cada sentido para forzar a que los automovilistas disminuyeran la velocidad e sus unidades, para así entregarles volantes en los que informan el estado que guarda el paro.
Dijeron que la demanda del magisterio a nivel nacional, es la instalación de una mesa de trabajo con el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Aurelio Nuño.
Antes de las 12:30 horas, los maestros liderados por Ramos Reyes tomaron el control de los carriles sur-norte y retornaron hacia au campamento.
La marcha de la disidencia interna
La parte no institucional de la CETEG, que encabeza la profesora Antonia Morales Vélez se concentró en las inmediaciones del monumento a Nicolás Bravo, sobre la avenida de los Insurgentes, en el lado norte de la ciudad.
De ahí comenzaron una marcha hacia el lado sur con dirección al Palacio de Gobierno, que desde la mañana estaba resguardado por elementos de la policía antimotines.
El contingente era nutrido, pues los de la CETEG disidente eran acompañados por los sindicatos del Colegio de Bachilleres y trabajadores de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Avanzaban sin contratiempos hasta que llegaron a la avenida Lázaro Cárdenas, en donde tuvieron a la vista un militar vestido de civil, que a bordo de una motoneta se acercaba para retratar a la avanzada principal.
Un grupo de profesores se organizó para sorprender al elemento, lo derribaron de la motoneta y lo sometieron, una vez bajo su control, el informante fue obligado a despojarse del calzado y se lo llevaron caminando descalzo hasta llegar al Palacio de Gobierno.
Lo liberaron en la explanada del auditorio Sentimientos de la Nación, hasta donde llegó personal de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (Coddehum) para recibirlos, dando constancia de la devolución de su calzado, dos radios de comunicación, un teléfono celular, cartera con identificaciones y su mochila.
Cuando los maestros arribaron al Palacio de Gobierno, en todo el perímetro había elementos de la policía antimotines, también en el auditorio Sentimientos de la Nación, lugar dijeron, ya habían solicitado para realizar en su interior una asamblea estatal, además de que ahí realizarían su propia declaratoria de paro laboral indefinido.
Manuel Salvador Rosas Zúñiga, Walter Emanuel Añorve y Antonia Morales dialogaron con la directora del auditorio, Brenda Marquina, quien les facilitó el acceso al recinto.
Los dirigentes aprovecharon la presencia de personal de la Coddehum para solicitar que se retiraran los policías que resguardaban el auditorio, lo que consiguieron lanzando varias rechiflas hacia los uniformados, con el ánimo de convencer a sus mandos de que los ánimos se podrían caldear de manera innecesaria.
Una vez sin policías antimotines rodeando el Sentimientos de la Nación, los maestros disidentes entraron al inmueble para realizar la declaratoria de adhesión al paro laboral convocado por la CNTE.