Decenas de jugadores de los dos casinos de Allende vieron frustradas sus ganas de seguir divirtiéndose, al llegar un nutrido grupo de elemento de la Fuerza Civil que se encargó de desalojarlos, pero sólo informó que se realizaría una inspección.
Sin dar explicación fueron suspendidas las actividades de los centros de apuestas.
Al filo de las 23:00 del sábado, los elementos procedieron al cierre de los inmuebles.
Al mediodía del sábado los centros de apuestas continuaban cerrados, pero la autoridad no reveló el motivo de la suspensión de labores en dichos negocios.
Sólo se logró saber que los oficiales de la Fuerza Civil realizaron una revisión de los permisos y el giro que realizan los mencionados establecimientos.
Sin mediar explicación a los clientes ni a los empleados, los uniformados de dicha corporación llegaron al lugar y solicitaron a los clientes y trabajadores que desalojaran el establecimiento público.
El primer negocio visitado por la autoridad fue el Casino Río, localizado sobre la carretera Nacional, a unos metros de la entrada al Libramiento a Cadereyta.
Tras realizar una serie de revisiones al lugar, los elementos se trasladaron al siguiente centro de apuestas ubicado en el mall Los Azahares, donde también efectuaron la misma acción.