Habitantes de la cabecera municipal de Chilapa comenzaron la búsqueda de 61 desaparecidos en las comunidades ubicadas en la parte sur de Guerrero.
Mario Vergara Hernández, promotor de "Los Otros desaparecidos de Iguala", explicó la forma en qué habrían de trabajar para ubicar restos humanos en fosas clandestinas.
Lo principal, dijo el promotor, es observar cualquier montículo poco usual de tierra, fragmentos de tela o restos de calzado cuya presencia no se justifique, enterrar una varilla y aspirar para detectar cualquier olor que delate la existencia de un cadáver.
Solamente cuentan con el apoyo de piedras, picos y palas, si acaso algunas cuerdas para el caso de que se presenten descensos complicados.
"En donde sospechen escarben, el gobierno siempre les dirá que están alterando una escena de crimen o dañando los restos de los que están abajo, pero no hay otra manera más que escarbar", dijo el representante.
La tarde del miércoles, los familiares de desaparecidos acudieron a la comunidad de Ahuihuiyuco, en donde visitaron la casa abandonada de Bernardo Carreto, cuya familia ha sido desmantelada al calor de la pugna entre grupos del crimen organizado.
Militares y policías acompañarán esta primera búsqueda ciudadana en la zona rural de Chilapa, de donde llegaron los civiles armados que tomaron la ciudad durante cinco días.
