El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, señaló que el primer intento de regresar a los desplazados de Chichihualco hacia Filo de Caballos fue una gran imprudencia porque no se tenían los acuerdos necesarios y por lo peligroso de la ruta que decidió tomar el alcalde Ismael Cástulo Guzmán.
“Siempre insistimos desde el gobierno que no había las condiciones para intentar hacer ese acercamiento que se siguió, fundamentalmente por la ruta que se siguió”.
“Me parece que esa es una ruta verdaderamente peligrosa y me pareció hasta una gran impudencia irse por ahí. No sé cuál era el motivo de irse por esa ruta, cuando era tan fácil bajar hacia la carretera y entrar por allá”, dijo a cuatro días del primer intento de regresar a los desplazados en caravana.
Agregó que Cástulo Guzmán fue quien decidió tomar la carretera de terracería, lo que no generaba ninguna garantía de seguridad ni de logística, señaló.
Para llegar a Los Morros, que fue el punto en el que hicieron una parada los desplazados antes de intentar llegar a Filo de Caballos, Astudillo Flores dijo que lo más conveniente era avanzar por la carretera nacional México-Acapulco, entroncar en Chilpancingo y llegar hasta Casa Verde para de ahí subir hacia Xochipala.
El gobernador llamó a los alcaldes de ambos municipios a que sean parte de la solución del conflicto y no que los compliquen más; añadió que su gobierno apoyará a las familias desplazadas.
Regresarán hasta que AMLO asuma Presidencia
El director del Centro de Derechos de las Víctimas de Violencia Minerva Bello, José Filiberto Velázquez Florencio, informó que los desplazados no confían en el gobierno del estado, por lo que señaló que regresarán a sus comunidades hasta que Andrés Manuel López Obrador asuma la Presidencia.
"Ellos ya se hicieron a la idea de que no habrá ningún avance por parte de las autoridades estatales por los compromisos que existen con los grupos delictivos. No sabemos a qué grado esté inmiscuido el gobierno estatal en esto", aseveró en entrevista.
El activista señaló que muchos de los desplazados creen que la caravana de retorno a sus comunidades fue una estrategia del gobierno estatal para entregar Cástulo Guzmán a grupos criminales.
Además, acusó que las autoridades dejaron solos a los desplazados en el regreso a Chichihualco, a pesar de que se habían escuchado detonaciones de rifles de alto poder.
Recordó que el subsecretario de Asuntos Políticos, Martín Maldonado del Moral y la delegada de Gobierno en la región Centro, Norma Yolanda Armenta, fueron llamados a negociar con los civiles armados en Filo de Caballos.
Indicó que alrededor de las 6:15 de la tarde ambos funcionarios regresaron a la comunidad de Los Morros, donde los desplazados se habían resguardado tras el tiroteo.
"Ambos se salieron corriendo y toda la gente se quedó con la pregunta de qué iba a pasar. Los desplazados ya no regresaron resguardados porque toda la seguridad se fue atrás del subsecretario. La gente se subió a los carros y se echó a correr. Llegaron nuevamente a Chichihualco entre las ocho y las nueve de la noche, por el camino de terracería, sin ninguna protección ni vigilancia", relató.
Dijo que esperarán a que López Obrador asuma la Presidencia el primero de diciembre con la esperanza de que su gobierno solucione el problema.
RLO