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HU, referente en el norte del país en cardiología pediátrica

El electrofisiólogo Daniel Chi, dijo que el caso de Valentina supera a uno similar en España, por lo que el Hospital Universitario de Torreón se posiciona como una autoridad en esa materia.

Daniel Chi, cardiólogo pediatra y electrofisiólogo especialista en arritmias, compartió que la intervención que se realizó a la niña Ángela Valentina por los médicos del Hospital Universitario de Torreón, coloca a la región como una de las más vanguardistas en el tema de cardiología pediátrica, pues Valentina hoy vive gracias a estos médicos.

Compartió que desde el mes de mayo, los ginecólogos de ese hospital le pidieron una interconsulta, ya que tenían un caso, se trataba de una paciente embarazada de alto riesgo de muerte, pues traía una falla renal y la vida del bebé también estaba en riesgo.

El especialista valoró a la madre de Ángela Valentina, se le realizó un ecocardiograma fetal, es decir cuando aún estaba en la panza de su mamá, ahí fue cuando se le diagnosticó un bloqueo cardiaco, es decir los latidos del corazón eran más lentos en más del 50% de lo normal.

Advierte que eso es un trastorno muy grave, considerando las alteraciones de salud que tenía la madre. El bloqueo cardiaco condenaba al bebé en su nacimiento tenía más del 50 % de probabilidad de morir, ya que aparte el bebé era muy inmaduro por las semanas de gestación, en algunos centros podrían considerar este caso como muerte fetal segura al nacer. [OBJECT]

“Nació de 32 semanas de gestación, sin embargo lo más importante fue el peso, nació de 1,300 gramos. Los libros dicen que los pulmones se desarrollan de la semana 34 a la 36. Valentina era inmadura en todos los órganos y para agravar su situación se presentaba un problema muy grave en su corazón”.

Explicó que todo dependía del peso del bebé, advirtió que los marcapasos más pequeños que vió en los hospitales importantes del país como en el Centro Médico Nacional, los bebés pesaban más de 1600 gramos, 1,800 gramos hacia arriba, de esos casos muchos se complicaron y los bebés fallecieron.

Valentina vino al mundo con distintas enfermedades, incluso su piel no estaba del todo formada, era una piel gelatinosa. Para salvar la vida de la niña se platicó con un ingeniero para aplicar un electrodo, un cable que suministrará energía al corazón directamente, mientras la bebé ganaba peso y fuerza para instalarle el marcapasos.

Explicó que usará marcapasos de por vida, ya que sus latidos son muy débiles, registra 50 latidos por minuto, la bebé sin el respiraba un 60% menos de lo que respira un ser humano.

Para realizar la cirugía la bebé tuvo que ganar 2 kilos, la operación duró 25 minutos, en la que participaron tres médicos, dos cirujanos y un cardiólogo.

El caso de Ángela Valentina posiciona al Hospital Universitario de Torreón como una autoridad en materia de cardiología pediátrica, no sólo en el norte del país, pues no hay en el mundo casos como el suyo de niños con peso de 1,300 gramos que estén vivos, luego de instalar el marcapasos.



CFG

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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