Un habitante de calle estuvo a punto de perecer ahogado al meterse a nadar al canal donde atracan las lanchas de pescadores de la colonia Tancol.
Confiado en sus habilidades para nadar, el hombre de aproximadamente 58 años, se introdujo al cuerpo de agua con el fin de refrescarse ya que los fuertes rayos del sol le provocaron calor. Al ver el agua al nivel de la banqueta, no contó que la profundidad no era la misma de hace unos días, por lo que al no tocar fondo empezó a desesperarse pues el cansancio lo estaba venciendo.

Para su fortuna, logró agarrarse de un motor de lancha y poco a poco alcanzó la borda.
Además de exponer su vida al introducirse al canal, también estuvo en peligro de ser atacado por un cocodrilo, aunque en la zona no se han visto, estos reptiles suelen desplazarse rápidamente en los cuerpos de agua.
Una vez pasado el susto, el hombre entendió la lección y terminó su baño sentado en la banqueta aventando agua a su cabeza con sus propias manos.
SJHN