Nadie se imaginaba que en esa mañana del 5 de diciembre de 1952 en Londres la contaminación atmosférica sería la causa de muerte de aproximadamente 12 mil personas. Hoy, 65 años más tarde, el episodio conocido como la Gran niebla es considerado uno de los referentes más graves sobre el peligro de la polución en la salud humana.
En Monterrey fueron 4 mil 738 muertes relacionadas a la mala calidad del aire, según el estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública en el 2010, mientras que a nivel mundial 3.5 millones de personas mueren al año por la contaminación.
Por sucesos como ese, fue que mundialmente se establecieron normas ambientales y comenzaron a impulsarse movimientos ecologistas, sin embargo, desde hace varios años la zona metropolitana de Monterrey ha tenido que enfrentarse al problema de la mala calidad del aire sin resultados contundentes.
Rogelio David Cervantes Madrid, profesor de Ciencias Clínicas y coordinador de Salud Pública en la UDEM, expresó que la contaminación del aire tiene que ser abordada por las autoridades con la seriedad que merece y deben de alertar a la población sobre sus riesgos, como parte del Programa de Contingencia Ambiental.
“Cuando se emiten las alertas (de contingencia ambiental) realmente deben de ser alertas en donde digan realmente que las personas que padecen de alguna enfermedad respiratoria o cardiaca que se le alerte verdaderamente.
“Que ellos deben permanecer dentro de sus domicilios y esos lugares en donde existe una menor probabilidad de estar en contacto con los contaminantes”, estbleció.