El estilo de vida actual, caracterizado por largas jornadas laborales sedentarias, andar de prisa y alimentarse con lo que se pueda, ha traído como consecuencia cientos de trabajadores citadinos con estrés y fatiga. Frente a esta realidad, desarrollar hábitos para sentirse y mantenerse saludable parece misión imposible.
Aunque todo mundo sabe o ha escuchado que para estar sano debe llevar una dieta balanceada y hacer ejercicio, en la lista de prioridades del día para muchos trabajadores, estas recomendaciones quedan hasta el final. ¿No tiene tiempo para comer bien y ejercitarse? Un runner comparte su propuesta. Además de correr por hobbie, Augusto Valencia Ramírez es líder en una empresa de venta directa que, entre otras líneas de productos, encabeza el ranking de ventas de vitaminas y suplementos alimenticios en Estados Unidos.
Augusto tiene 29 años y nueve desde que se dedica a los negocios. En este lapso asegura haber aprendido y constatado que sin hábitos saludables, de poco sirve tener un buen trabajo y ganar dinero: No te alcanza para sentirte pleno y feliz. “Es bien cierto que uno sale a trabajar para poder vivir, pero en realidad si uno no cuida bien de sí mismo, de su estado físico y mental, si no aprendemos a vivir en equilibrio, sucede que descuidamos lo principal… la salud”.
Este joven emprendedor adoptó un nuevo patrón de vida hace seis años que cambio de empresa. Ahora comparte su propuesta a través de conferencias y entrevistas. “Lo primero es resolver la sobrevivencia y en segundo lugar, ocuparse del bienestar propio”, explica.
‘¿A qué hora?’ ‘No tengo tiempo’. Valencia asegura que se topa con mucha frecuencia con esta queja. “La verdad no estamos bien enfocados. Para empezar no sabemos lo que queremos. Cualquiera te responde que quiere más dinero, pero no para qué invertirlo… Malgastamos ese tiempo que decimos no tener. Veo a la gente metida en las redes sociales, en el teléfono celular, conectados a equis plataforma y ahí sí se pierde muchísimo tiempo”, expuso.
Su propuesta implica un cambio en el estilo de vida: dejar hábitos poco productivos, como terminar el día agotado frente a una pantalla (sea de TV, PC o cualquier dispositivo), y en vez de ello dormir lo suficiente… para madrugar. “Yo me levanto a las cinco de la mañana. Ahí, en esa primera hora, es donde encuentro un espacio para mí, para agradecer que estoy vivo, que estoy sano, que tengo un techo. Ese simple gesto ya cambia la forma de empezar el día”, afirma.
“Dos: Desayuno lo que planeé desde la noche anterior y luego hago ejercicio”, dice Augusto Valencia, tras mencionar que si un empleado promedio debe estar en su trabajo a las 9 de la mañana, bien puede seguir esta rutina antes de salir de casa.
“Hacer ejercicio motiva a comer mejor, ayuda a dormir mejor y a tener más clara la consciencia. Como consecuencia tengo más energía para poder desarrollar cualquier función y puedo dar más de mí”, puntualiza, tras precisar que no se trata de dedicarle dos horas diarias al gimnasio –salvo que seas un deportista profesional- sino sólo treinta minutos de ejercicio constante.
Aclarar la conciencia ayuda a su vez a dejar el letargo. “Ése es el llamado que hago, a despertar como sociedad”.
El segundo cambio es la dieta. Sustituir alimentos de alto valor calórico y pocos elementos nutritivos por una alimentación sana. Tener más control sobre la calidad de las calorías que se ingieren, no significa pasar hambre ni sacrificar el placer de comer, sino tomar decisiones inteligentes acerca de la comida. Funciona planear con tiempo antes. “Aquí es donde entra la parte de la suplementación alimenticia”, la cual enriquece la dieta diaria, de acuerdo a la edad, peso y actividades diarias de cada persona, y por supuesto de su condición de salud.
Problemas como el sobrepeso y la obesidad se pueden resolver con constancia y disciplina, y estos hábitos saludables se enseñan con el ejemplo y son buenos para toda la familia.
“Ser rico o ser pobre tiene que ver también con una decisión… tener cuadritos en el abdomen o no tenerlos es simple y sencillamente una decisión, pero estos cambios en la rutina son voluntarios y personales, deben ser libres. Nadie los va a hacer por ti”, dice Valencia, quien deja la invitación abierta.
Claves
Sobre el estrés
Estrés: impacto del desequilibrio entre el trabajo y la vida personal
Expertos de Mayo Clinic comparten algunas reflexiones acerca del impacto de la carga laboral en la salud y vida familiar y social, y propuestas para un mayor equilibrio.
Consecuencias
Fatiga. Afecta la capacidad para trabajar en forma productiva y pensar con claridad. Puede dar lugar a errores peligrosos o costosos.
Mala salud. El estrés se asocia con efectos adversos sobre el sistema inmunológico, puede empeorar los síntomas de otros padecimientos. El estrés también aumenta el riesgo de abuso de sustancias.
Poco tiempo para los seres queridos. Perderse de eventos familiares importantes, puede dañar las relaciones con la familia y amigos y hacer que te sientas excluido.
Para hacer frente al estrés
Llevar una alimentación saludable. La dieta mediterránea (a base de frutas y verduras frescas y proteínas magras) mejora la capacidad de memoria y retención, así como el vigor.
Dormir lo suficiente. Evitar el uso de dispositivos electrónicos justo antes de la hora de dormir. La luz azul emitida por estos dispositivos disminuye el nivel de melatonina, la hormona asociada con el sueño.
Tiempo libre. Dedica tiempo cada día para una actividad que disfrutes: actividades con la pareja, familia o amigos, leer, bailar, practicar o yoga o tomar clases de cocina, etcétera.
Voluntariado. Sin sobrecargarte, el voluntariado puede dar un mayor sentido de equilibrio entre el trabajo y la vida personal y aumentar tu bienestar social y emocional.
SRN
Crear redes de apoyo. En el trabajo une fuerzas con tus compañeros que pueden hacer tu trabajo —y viceversa— cuando surgen conflictos familiares. En casa, cuenta con amigos de confianza y seres queridos que te auxilien con el cuidado de niños o de las responsabilidades del hogar ante situaciones especiales.