Más de 20 días han pasado desde que Graciela Cifuentes y su hija Sol, profesora y estudiante de la UNAM, fueron asesinadas en su casa, la cual fue incendiada después del crimen.
Al recorrer la casa donde vivían madre e hija, se aprecia que la recámara y el baño fueron las habitaciones más afectadas por el incendio. Al entrar, aún huele a libros y ropa quemada.
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Las autoridades buscan al o los asesinos, que huyeron a bordo del vehículo de Graciela.
Te contamos un poco de la historia de estas mujeres:
Graciela Cifuentes, 62 años
Dos de las grandes pasiones que tenía eran la fotografía y la cocina, dijo Benjamín, quien fue su pareja durante 15 años.
"Graciela era una persona muy activa y dinámica. Se levantaba muy temprano, entraba a la universidad muy temprano, a las siete de la mañana. Entonces teníamos que salir (de la casa) a las 6:00. Pero a las 5:00, Graciela ya estaba aquí abajo preparando el desayuno".
Benjamín contó que Graciela y él impartían clases de fotografía en su casa, lugar donde muchas veces se reunían amigos para comer y hacer tertulias.
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"Yo la iba a dejar todos los días (a la UNAM). Regresaba y desayunámos juntos. Luego cocinaba pasteles para vender y preparaba su clase. Dábamos talleres, aquí en la casa, de fotografía, y luego se iba a dar clases. Era una persona que no paraba. Su trabajo era su pasión, además de esta casa", contó.
La casa donde Graciela vivía la heredó de su mamá. Tras el sismo del 19 de septiembre, la vivienda resultó afectada y se propuso reconstruirla, ya que tenía un enorme valor para ella.
La UNAM detalló que Graciela coordinó cuatro diplomados de actualización y educación continua en fotografía arquitectónica.
Sol Cifuentes, 22 años
Estudiaba arquitectura, le fascinaban los deportes, andar en bicicleta y patinar, contó Benjamín, quien la cuidó como si hubiera sido su hija, desde que ella tenía 7 años.
Recordó que Sol era una alumna destacada y apasionada a la arquitectura.
"Su carrera la absorbía totalmente: se acostaba muy tarde porque tenía que hacer planos. Iba en el octavo semestre y llevaba muy buenas calificaciones. Su sueño era recibirse como arquitecta".
En su cuenta de Facebook, Sol aparece en varias fotos con sus perros, tres de ellos fueron dados en adopción después del doble feminicidio.
jbh