El simulacro organizado por autoridades estatales para recordar los movimientos telúricos del pasado 19 de septiembre de 1985, tuvo una amplia convocatoria dentro del sector público estatal, principalmente entre las dependencias del gobierno federal y del gobierno Gabino Cué, además de las escuelas públicas.
A las 11 de la mañana se hizo sonar las 13 bocinas del sistema de alerta sísmica de la capital oaxaqueña que permitió que se desarrollara un operativo de evacuación.
Los primeros en poner el ejemplo fueron los profesores y alumnos de las diversas escuelas públicas y privadas. En completo orden y sin ningún incidente lograron ser concentrados el alumnado de los diversos colegios e instituciones educativas de medio superior en sus respectivos patios, canchas deportivas.
La misma actividad se realizó con calma en las instituciones médicas, particularmente en el Hospital Civil de la Ciudad de Oaxaca y dentro de los complejos administrativos del gobierno estatal.
El director del Instituto Estatal de Protección Civil, Felipe Reyna, reconoció que el simulacro general en Oaxaca fue un éxito, descartó como mínima la apatía que hubo en algunas instancias del sector privado. Se reportó la participación en el simulacro de más de un millón 200 mil personas.
Reportó que en todas las instancias del gobierno estatal se activaron los respectivos planes de evacuación del personal no reportarse incidentes en su desarrollo.
Aclaró que hubo una amplia difusión del evento, hasta el punto que durante el simulacro, también se escuchó la alerta sísmica en las radiodifusoras comerciales de la ciudad capital y en las 36 estaciones de Alertamiento Sísmico que están distribuidas en el territorio estatal.
De acuerdo con la dirección de Protección Civil del municipio de la ciudad, se cuenta en la zona metropolitana con un padrón de mil empresas, de las cuales solo 80 por ciento cuenta con esquemas óptimos de prevención de algún desastre natural.
El simulacro de este 19 de septiembre se realiza luego de que se decretara esta fecha como el Día Nacional de Protección Civil, y como una forma de recordar el terremoto de 8.1 grados en la escala de Richter, que devastó la Ciudad de México, el 19 de septiembre de 1985 y que dejó como saldo pérdidas humanas.
En este marco, la Secretaría de Gobernación a través de la Coordinación General de Protección Civil, estableció como escenario un terremoto de 7.6 grados Richter, que tendría como epicentro las costas de Guerrero.
Como parte de esta iniciativa federal, elementos de la Vigésima Octava Zona Militar activaron inmediatamente su protocolo de Plan de Emergencia DN-III, en tanto la Secretaría de Marina activó el Centro de Alerta de Tsunamis.
De manera similar, la refinería "Ingeniero Antonio Dovalí Jaime", ubicada en el Puerto de Salina Cruz, aplicó sus planes internos de protección civil y evacuó a 400 personas.