Aunque las acciones para salvar de la extinción a la vaquita marina se ha intensificado en los últimos meses, ni siquiera los investigadores se ponen de acuerdo. Mientras unos insisten en que urgen acciones concretas para preservarla, otros sostienen que se trata de una especie destinada a desaparecer.
Tan solo de 2015 a 2016, el número de ejemplares estimado en el Alto Golfo de California, único hábitat existen, se redujo de más de 60 a solo 30 ejemplares. Y en las últimas semanas se han encontrado al menos dos vaquitas muertas a orillas del mar.
Lorenzo Rojas, presidente del Comité Internacional de Recuperación de la Vaquita Marina (CIRVA), insiste en que tiene un proyecto para rescatarlas y llevarlas a un santuario donde serán cuidadas.
Aunque el proyecto estaba planeado para marzo, decidieron posponerlo hasta octubre para tener todas las condiciones necesarias, se trata de una temporada en la que el mar es más tranquilo y para la primera fecha no contaban con los recursos necesarios para construir el santuario de la vaquita, que costará al menos 4 millones de dólares.
El rescate, se realizará con el apoyo de los delfines de la Armada de Estados Unidos, que serán entrenados para encontrar a las vaquitas y emitir una alerta con la que los ambientalistas del CIRVA podrán rodear la zona y sacar a cada una con una red especial.
“En el barco irá un veterinario que analizará el estrés de las vaquitas”, explicó, pero aceptó que no hay una estimación real de qué tanto éxito puede tener el plan “y si algo no va bien, las regresamos, según lo que evaluemos”. La idea es tener al menos ocho vaquitas en resguardo y el resto dejarlas en su habitad actual.
Pero Manuel Galindo, investigador del Centro de Oceanología de la Universidad Autónoma de Baja California, insiste en que la extinción de la vaquita marina es inminente, pues el represamiento del Río Colorado ha hecho que la especie pierda el agua dulce en la que acostumbraba vivir y a su vez, el agua salada ha atraído a depredadores que han ido minando la población.
“Le pregunto al Comité Internacional cómo van a hacer para incrementar la variedad genética de este organismo si ya está genéticamente muerto, cuánto dinero piensan gastar en algo que no tiene futuro. Además se ha encontrado presencia del tiburón blanco en la zona de la vaquita marina y el tiburón blanco es un gran depredador de los mamíferos, como la vaquita marina”.
Lamenta que las conclusiones que ha encabezado el Comité Internacional sean tomadas de manera literal por el gobierno mexicano sin que se investigue más a fondo sobre la viabilidad de estas acciones e inversión.
“El gobierno ha implementado regulaciones pesqueras bajo conclusiones sin sustento científico y desgraciadamente el gobierno mexicano no se ha acercado a otras instituciones”.
Mientras que los pescadores, los más afectados por esta diferencia de opiniones, insisten en que sus redes no atrapan vaquitas marinas pues son muy débiles, en tanto que las redes de pesca ilegal de totoaba siguen operando sin problema alguno. Los pescadores furtivos atrapan totabas con grandes y fuertes redes para vender los órganos de esta especie, conocida como buche, que ofrecen en el mercado negro chino por al menos 3 mil dólares el kilo.
“Y todo esto es lo que nos afecta, porque dicen que atrapamos nosotros a las vaquitas y; que por eso, durante dos años no nos han dejado trabajar. Es mentira, porque ellos (las autoridades ambientales) saben que es mentira, saben que son las totoaberas las que pueden matarlas, y las dejan operar como si nada”, comentó Eduardo Ibarra, pescador de San Felipe.
Notivox encontró un tiradero de restos de totoaba con cabezas y colas en el monte de Baja California, además de una zona alejada del cuadro turístico por donde las redes furtivas salen sin ningún problema.
Además, se observó que a la orilla del mar hay huesos de grandes peces y hasta el cuerpo de un delfín, los cuales flotaban en la zona en la que pareciera que todos saben que existe la ilegalidad, pero nadie la detiene.
Para los pescadores, es inexplicable que a pesar de la presencia de la Gendarmería Ambiental, la Marina, la Profepa, la Semarnart y la Sagarpa en esta zona, las redes totaberas se queden hasta por tres días en el mar sin que nadie las detecte.
“Con tanta tecnología de helicópteros trabajando, radares operando, de antemano pienso que el gobierno está sordo para no saber quién compra, quién sale, como en los cárteles de la droga se hizo esto ya, de que fulano compra y fulano trasiega. No creo que no sepa el gobierno quién compra, quién vende y quién lleva como para poner un alto”, cuestionó el pescador Ibarra.
Por lo pronto, el gobierno federal anunció que la veda que impide en esta zona, y que terminaba el 11 de abril se amplió hasta el 11 de mayo. La medida señala que aquel que pesque en ese cuadro será castigado por la ley y enjuiciado por delincuencia organizada.
Hace unos días, anunció una nueva inversión de 3 millones de pesos para que el CIRVA continúe con sus proyectos de conservación de la vaquita marina.