Como un ejercicio que humaniza al ayudar a niños, mujeres y hombres que emigran huyendo de la pobreza, el voluntariado del Centro de Día para Migrantes Jesús Torres Fraye, solicita a la población sumarse al trabajo como voluntarios o a los jóvenes estudiantes a realizar su servicio social.
La pobreza y la violencia son los factores ejes que determinan la movilidad de personas solas, acompañadas por amigos o incluso en familia, que buscan nuevas oportunidades de trabajo, y si bien con la pandemia por el covid-19 se redujo un poco el paso por México con el propósito de llegar a los Estados Unidos, en el primer trimestre del año en curso ya se registran al menos más de 300 personas y contando que han pedido ayuda en este refugio.
“Quizá se detuvo un poco el año pasado y se cerró el año con casi 600 migrantes, es realmente poco pero aun así siguió con todo y las decisiones del gobierno de los Estados Unidos, con la pandemia continúo el flujo y a partir de diciembre del año pasado se disparó”, precisó María Concepción Rodríguez Martínez.
Los defensores y activistas que trabajan en el Centro de Día para Migrantes continúan con sus labores brindando alimentos, primeros auxilios así como espacio para darse una regadera, descansar y cambiar sus ropas por otras limpias.
“A ellos al llegar se les sanitiza, se les checa la temperatura, se les da gel, entran. Pasan, se bañan y regresan, la comida se da por ventanilla por la contingencia; ahí se forman, se tienen señalamientos para mantener la sana distancia. Es por eso que pedimos a la población que nos ayuden con alimentos y medicamentos que son básicos”.
Se trata de analgésicos, antigripales, vitaminas e incluso suero Vida Oral y pomadas para evitar infecciones producidas por hongos en los pies. La entrevistada dijo que en este caso el apoyo de la parroquia de San Judas Tadeo es fundamental porque mantienen un ministerio de medicina alternativa y ellos les proporcionan pomadas para cicatrizar llagas, ampollas y para evitar las inflamaciones e infecciones.
“Estamos solicitando voluntarios porque no tenemos una base de personal, todo aquí es voluntariado porque no tenemos ingresos fijos y la gente que nos dona aportan lo que ellos gustan o que no ocupan y esté en buenas condiciones. Eso es lo que pedimos, que esté en buenas condiciones y es todo lo que no usen porque lo que no se ocupa en el Centro de Día se vende en un bazar y lo que sale es para mantenimiento del Centro.
“Necesitamos muchos voluntarios para que nos ayuden a clasificar topa, y también a hacer kits de limpieza que son los que se les dan a los chicos y son cubrebocas, pasta y cepillo, el gel y kits de salida que llevan atunes, galletas saladas y dulces, agua y algún dulcito. Aceptamos a alumnos que realizan su servicio social y se les firman sus hojas, sus horas y todo eso. Casi todo lo manejamos al aire libre entonces todos los días se tiene que barrer, limpiar y todos los días se tienen que sanitizar los baños, las áreas de comedor y todo”.
AARP