César Chavarría Domínguez tiene 10 años avisando a la Secretaría de Educación Pública de Durango, a la Comisión Federal de Electricidad y al Ayuntamiento de Gómez Palacio, que la Secundaria 'María Dolores Campillo', puede sufrir un colapso en varias partes de sus instalaciones.
Indicó que el techo de la cafetería está por caer y sigue en funcionamiento con los niños que entran y salen en el recreo, varios pilares de la acera se recargan peligrosamente en bardas de ladrillo y de metal.
Un viejo álamo ya seco, amenaza con caer sobre una bodega y un aula, el cárcamo no funciona porque no hay electricidad que lo mueva y las aguas negras brotan en medio del patio donde juegan los alumnos.[OBJECT]
Varios tramos de la barda de barrotes de metal han sido parchados con alambre de púas porque ya fueron vencidos por el peso de los pinabetes, los cables eléctricos que colindan con la escuela han provocado pequeños incendios al rozar con las ramas de los árboles.
"No podemos dejar de dar clases y esperar a que las autoridades arreglen estos problemas que pudieran generar una desgracia".
CFE no ha procedido a arreglar la instalación eléctrica que permita el funcionamiento del cárcamo porque dijo el maestro, la escuela no tiene un contrato de luz y no hay medidor.
Las autoridades del Estado han señalado que la administración anterior no dejó dinero par atender esta necesidad educativa y el actual gobierno enviará una cuadrilla de supervisores.
Los padres de familia de la secundaria del turno matutino, conocen del problema y solicitan a la subsecretaría de Educación Pública atienda a los 600 niños y jóvenes que estudian en los tres turnos.
dcr
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