Con revista en mano, los pacientes suelen acudir a su odontólogo para mostrarle lo que anhelan, lo que luce la modelo ahí retratada: la sonrisa que deja al descubierto las dos hileras de dientes blancos, perfectos. La petición no resulta extraña, en un contexto donde la imagen es más importante que nunca y la blancura dental un sinónimo de juventud, pero no siempre posible de complacer, advierte el especialista en prótesis y rehabilitación oral, Francisco José Amezcua Clark.
“El color natural de los dientes es blanco aperlado. La blancura del gis es muy difícil de lograr con un tratamiento. Las fotos de los artistas y las modelos suelen estar retocadas, o en otros casos, utilizan carillas [fundas] en cada pieza”, refiere el entrevistado.
Tras señalar que el blanqueamiento dental es uno de los tratamientos en auge, Amezcua Clark explica que su finalidad es meramente estética (no curativa de alguna enfermedad), por lo que en principio si sólo hay un diente más obscuro que el resto, lo primero es indagar la causa de la decoloración, que pudiera venir de un traumatismo y debe atenderse.
Para blanquear los dientes hay tres tipos de técnicas que en todos los casos incluyen el uso de un gel hecho a base de peróxido de hidrógeno o peróxido de decarbamida, el cual exige de un manejo cuidadoso para aislar cualquier tejido blando (encías, lengua, mejilla, labios, etcétera), pues es abrasivo.
Amezcua Clark detalla que la primera técnica, llamada “sistema ambulante de guardas nocturnas”, consiste en el uso de funda o almohadillas que contienen este gel. Se trata de una especie de plástico transparente flexible y termo-conformado que se adapta a la arcada del paciente, superior e inferior, cubriendo muelas y dientes de extremo a extremo y aislando a los tejidos blandos. “Estas fundas por las noches por un periodo consecutivo que en promedio es de tres semanas”, indica.
Al paso de los días, el paciente notará como se blanquean los dientes; aunque el grado de blancura que se logre va en función de varios factores: la edad —entre más jóvenes el resultado es más rápido y más inmediato, mientras que después de los 50 años es más difícil mejorar varios tonos—, la dieta y hábitos del paciente y, finalmente, el estado de la dentadura.
Comúnmente el dentista colocará gel sólo a partir de los premolares, bajo el argumento de que las piezas molares no suelen verse al sonreír; sin embargo, si el paciente desea que también se blanqueen “para que todos estén del mismo color” puede aplicarse el gel en toda la funda, aclara.
La segunda técnica es la llamada de “consultorio” u oficina. En este caso el gel de peróxido es aplicado por el especialista, quien previamente aísla el tejido blando para evitar todo contacto con la sustancia; posteriormente realiza un pulido de las piezas dentales, aplica el gel y lo activa por medio de luz. “Esta puede ser alguna luz led o halógena o por medio de láser”, precisa Amezcua.
Egresado de la Universidad de Guadalajara, el especialista que con esta técnica —que dura aproximadamente una hora— el blanqueamiento se alcanza en una o dos sesiones, con espacio de tres a cuatro días entre cada una en caso de requerirlo.
La tercera es la técnica mixta, que tal como su nombre lo indica es una mezcla de las dos anteriores: la aplicación en consultorio y el uso posterior del sistema de guardas nocturnas por siete días. A la pregunta cuál es mejor, Amezcua Clark responde que esta última. Esto lo señala la bibliografía en la materia, pero también lo ha comprobado en la práctica.
“El blanqueamiento dental aplicado por un especialista no causa dolor ni desgaste ni debilita los dientes: son mitos. Sin embargo, las personas que tienen el esmalte más delgado suelen referir una sensibilidad pasajera y “toquecitos”, similar a cuando se ingieren bebidas muy frías o calientes. Una molestia muy menor para quien desea blanquear su dentadura dos o tres tonos, una meta real.
El efecto del tratamiento va perdurar algunos meses, más o menos, dependiendo de los cuidados. Quien fuma, bebe café, refrescos de cola o vino tinto de manera habitual verá obscurecerse su dentadura más pronto que quien lo hace de manera excepcional; pese a lo cual se recomienda espaciar el tratamiento cuando menos dos años.
Otros consejos del entrevistado, especialista en prostodoncia, es llevar siempre una buena higiene bucal. Si consume alimentos y/o bebidas que manchan los dientes se enjuague tan pronto pueda. Y lo más importante: vigile estar libre de caries, gingivitis y otras enfermedades bucales, pues no hay blancura que valga sin salud: Dientes blancos en boca sana, concluye.
claves
Blanqueamiento dental
Es un tratamiento dental estético que consiste en modificar el color de los dientes hacia un tono más blanco y brillante
Para lograr este blanqueamiento se requiere de un abrasivo, por lo cual se recomienda recurrir a este tratamiento a partir de los 18 años de edad
El tratamiento está contraindicado en mujeres embarazadas o lactando y en personas con sensibilidad dental
Pueden blanquear sus dientes personas con diabetes y quienes tienen amalgamas, resinas y puentes fijos
El tono de los dientes se vuelve más obscuro y amarillento a partir de los 50 años
Ciertos medicamentos, el tabaco, las bebidas con cafeína y el vino tinto, entre otros, obscurecen el tono de los dientes
El tratamiento bien aplicado por un especialista no causa dolor ni desgaste ni debilita los dientes
El costo promedio de un tratamiento mixto es de 3,500 pesos. La sesión en consultorio varía y se anuncia desde 650 pesos, pero verifique la condiciones de la promoción
Fuente: Dr. Francisco José Amezcua Clark, especialista en prótesis y rehabilitación oral, egresado de la UdeG, práctica privada