Llegan a Nuevo León desde otras tierras, enrolados en las filas de la Policía Militar que está preparada para las peores situaciones. Por eso vienen a patrullar cuatro estados a un tiempo: Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y San Luis Potosí. Y no son pocos, tampoco son muchos, pero sí los suficientes como para infundir respeto a donde sea que los llamen o les ordenen patrullar. Y no vienen a competir con nadie, sino a sumar esfuerzos con la Policía preventiva, con la Policía Federa, con las fuerzas regulares del Ejército y la Marina que también están asignadas a tareas de inteligencia y combate al crimen organizado. Los policías militares recién destacamentados en Nuevo León tienen la instrucción clara de sus superiores de sumar acciones con las fuerzas civiles, porque así es el acuerdo del general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, por mandato del presidente Enrique Peña Nieto. Como el resto del personal del Ejército, los policías militares están para servir a los ciudadanos, pero sobre todo para proteger su seguridad en momentos de riesgos. Apoyemos su trabajo.
