"Gordear" o echar taco en medio de la jornada laboral no es delito, ni se castiga, cuando la mayoría lo hace a discreción o con permiso, lo que sí es incorrecto, es que para ello invadan carril prohibido obstruyendo el flujo vehicular y encima de esto se haga con una patrulla de Tránsito y Vialidad.
Tal acción se dio en Lerdo, Durango, cuando dos elementos de la Dirección de Tránsito y Vialidad con toda tranquilidad estacionaron su unidad en área prohibida afuera de una tienda de conveniencia instalada sobre el bulevar Miguel Alemán dentro del área comercial Plaza Vivero.
Con la tranquilidad que caracteriza a la ciudad, estos dos elementos hicieron un "break" en su jornada laboral para almorzar y optaron por este local ambulante dedicado a la venta de tacos y lonches de barbacoa, lo mismo de cachete, lengua y maciza por aquello de que en gustos culinarios también se rompen géneros y aquí hay variadito para el paladar de los comensales.
El asunto no es grave, sólo que en cualquier otra circunstancia, un ciudadano común no hubiera podido estacionarse ahí, pues seria sometido a una infracción por ser un lugar prohibido; sin embargo, ellos son la autoridad vial y su nuevo director Francisco de Hoyos Martínez, cuyo arribo hace dos semanas fue derivado de un escándalo propiciado por supuestos actos de corrupción detectados por la Contraloría Municipal según lo dicho por el propio alcalde, Homero Martínez.
EGO
