Alehlí Castor, de 26 años, casada y con una pequeña de 6, relató su experiencia al intentar trasladarse a Estados Unidos para mejorar su calidad de vida.
Junto con su esposo, la meta fue cumplir el sueño americano que muchos latinos ven como la única alternativa para enderezar su economía, pero fue imposible pasar por la aduana. [OBJECT]
Como parte del 'Programa de Apoyo a Migrantes', que entregó la alcaldesa, María Luisa González Achem, esta mañana en el lobby del Teatro Centauro, Alhelí fue seleccionada para ser apoyada con materiales para abrir un pequeño negocio.
La deportación de la joven fue en agosto del 2016, cuando junto con su marido intentó pasar por la frontera del Paso, Texas.
El viaje iba según lo planeado, sin embargo al presentar su pasaporte en la aduana, descubrieron que su esposo había estado trabajando en Estados Unidos.
“Al final no nos quedó más remedio que decir que íbamos a trabajar”.
Debido a que su visa era de turista y no tenían permiso para trabajar, procedieron a realizar lo que la ley establece, les quitaron sus pasaportes y posteriormente los enviaron de regreso.
[OBJECT]Para realizar el viaje, su esposo tuvo que renunciar a su trabajo, además de haber gastado 20 mil pesos que habían ahorrado.
La experiencia para Alhelí Castor fue amarga, pues además de tener que dejar a su pequeña, el trato que recibieron los obligó a abandonar sus planes de viajar a Estados Unidos.
rcm