El flujo de agua en las cascadas de Agua Azul se perdió debido a la deforestación de la zona y no a consecuencia de los sismos de septiembre, aseguró Roberto Ramírez de la Parra, director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
“Del análisis que hemos venido haciendo, la construcción de estas obras de infraestructura, nos dimos cuenta de que esto no se presentó de un momento a otro, si no que fue una situación que durante el tiempo se fue acumulando, es decir, hay una gran cantidad de azolve en la zona, de sedimento que se fue acumulando y que hizo la obstrucción del agua”, señaló en entrevista.
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A pregunta expresa, sobre si el sismo no fue lo que provocó el desvío del flujo, el funcionario federal señaló que “no me parece que haya influido como la parte determinante”, e insistió en que lo que provocó ese fenómeno, fue “esta acumulación de sedimento que mucho de ello es por la deforestación de la zona”.
Tras inaugurar la Reunión Nacional de Infraestructura Hudraúlica 2017, Ramírez de la Parra dijo que las obras definitivas que corresponden al muro de mampostería quedarán listas en un plazo de 20 días, a fin de estar listas al inicio de la temporada vacacional.
“Las obras provisionales ya prácticamente las concluimos y hemos regresado las cascadas, me parece a mí, a una mejor situación inclusive a la que tenían antes de que sufriéramos esta situación”.