Restauranteros de la franja turística Diamante, en Acapulco, Guerrero, demandaron a los gobiernos federal, estatal y municipal para no cerrar playas, abrir la Autopista del Sol y ampliar periodo vacacional pese a la emergencia por la pandemia del coronavirus.
Afirman que los estragos económicos provocados por el virus Covid-19 han afectado a los tres segmentos turísticos de Acapulco: Diamante, Dorada y Náutica o Tradicional.
“El coronavirus que nos tiene desgastados económicamente y preocupados, hemos aprendido a prevenirlo, pero lamentablemente también nos ha golpeado en lo económico y no tenemos ingresos para pagar a nuestros empleados ni para surtirnos.
“Un llamado a los tres niveles de gobierno a que inviten al turismo a visitar las playas, contamos con todas las medidas para recibir al turismo, y pedimos que no cierren las playas”, clamó la restaurantera Blanca Estela Latabán Campos.
Reunidos en la zona de restaurantes del poblado de Alfredo B. Bonfil, los propietarios de negocios en las playas de Revolcadero, Bonfil, San Andrés, Playa Encantada y Puerto Marqués, aseguran que no piden dinero.
“Que inviten al turismo a venir a Acapulco, los atenderemos que inviten a la gente que no cierren las puertas de Acapulco, y pedimos que nos dieran 15 días más de vacaciones”, insistió la comerciante.
Dicen que lo único que están buscando es no cerrar sus fuentes de trabajo, porque de ello dependen miles de familia.
“Queremos sostener nuestras fuentes de trabajo y que las autoridades (municipales, estatales y federales) nos regresen a ver, porque no somos comerciantes que estamos en contra de ellos.
“Pero, ojo, no estamos pidiendo que nos den apoyo económico, no simplemente que se abran las playas, y que diga en los medios que Acapulco está de pie, como siempre lo hemos logrado en situaciones más fuertes como huracanes, delincuencia y siempre hemos salido adelante”, dijo Uriel Herrera, dueño de restaurante de San Andrés, en la zona Diamante.
OMZI