"Ha sido difícil, pero he aprendido bastante"
Alejandra del Rocío Nápoles Soto
Ser la única mujer en un grupo de poco más de 30 varones ha representado un reto para Alejandra del Rocío, quien desde hace 11 meses estudia la carrera técnica en Electricidad e Instrumentación.
Alejandra del Rocío Nápoles Soto decidió ingresar al Centro de Estudios Tecnológicos de La Laguna Rey (Cetlar) por recomendación de sus familiares que laboran en una mina en Cuencamé, Durango. Optó por hacerlo porque lo vio como una manera llegar después a una ingeniería.
"Desde que entré aquí ha sido muy difícil para mí por ser la única mujer, pero he aprendido bastante. La escuela es muy pesada pero igual le echamos ganas a las cosas que queremos", afirma la joven de 18 años.
Indica que en muchas ocasiones las mujeres no escogen estudiar profesiones que regularmente son para hombres por miedo, sin embargo cree que deben vencerlo si realmente ven futuro en una ingeniería.
"Es importante que dejen de pensar así y esto ha sido una experiencia bonita, pues convivir con tantos hombres te enseña muchas cosas", asegura.
Recuerda que le interesó mucho lo que sus familiares le contaron: que en los años que lleva la mina que Peñoles tiene en la comunidad de Velardeña no hayan tenido una egresada de ahí. Por eso aceptó el reto y afirma que no va detenerse ahí e irá por una ingeniería.
"Sí es lo que quiero y proyecto una ingeniería. Cuando a uno le gustan las cosas hace lo que sea y ahora estamos a muy poco de estar trabajando cada uno en nuestras unidades", concluye la estudiante que lleva 11 meses en el plantel.
"Me encontré con más que compañeros que ya son casi hermanos"
Ezequiel Alegría Castillo
Los deseos por tener un mejor desarrollo personal y profesional orillaron a Ezequiel a ingresar al Centro de Estudios Tecnológicos de La Laguna Rey (Cetlar), sin embargo en el camino encontró a personas que ahora considera como su familia.
Alegría Castillo cuenta con 20 años de edad, proviene del municipio de Teloloapan, Guerrero, y su inquietud por la minería comenzó cuando supo que abrirían un sitio enfocado a eso en unos meses.
"Siempre me ha interesado la electricidad y resulta algo que me apasiona mucho. Estudiaba el cuarto semestre en un tecnológico, pero enteré de una convocatoria en que ofrecían estudiar dos carreras técnicas aquí y opté por venir para cursar Electricidad e Instrumentación", recuerda.
Ezequiel al igual que los demás integrantes de su familia lo hicieron en su momento busca una profesión.
"En mi familia ha habido ingenieros, pero no en minería. Soy el tercer hijo y el único que busca eso, pues mi hermano es maestro y mi hermana licenciada en informática", dice.
Considera que aunque no existen actualmente muchas oportunidades laborales enfocadas a lo que estudia debe prepararse, debido a que en breve abrirá la mina Rey Plata.
"He visto esto como una gran oportunidad de trabajo y para aprender. En Guerrero existe un proyecto que representa una buena fuente de empleo", expone.
A pesar de eso, Alegría Castillo no únicamente ha obtenido una preparación académica, pues asegura que sus compañeros ahora son parte de su familia.
"Al principio fue un poco extraño porque vengo de un lugar verde y con mucha agua, cuando venía miré una carretera recta y completamente desértica, pero al convivir me encontré con más que compañeros que ya son casi hermanos y amigos", explica.
"Vine a cambiar mi vida en cuanto a estudios"
Omar Rodríguez García
Omar será el primero en su familia en tener una carrera técnica y aunque el principio tuvo miedo por lo que implicaba estudiarla ahora sabe que forma parte de su vocación.
Omar Rodríguez García, de 18 años de edad y originario de Teloloapan, Guerrero, afirma que los estudios nunca fueron lo suyo hasta la preparatoria e inmediatamente creyó que por eso no ingresaría al Centro de Estudios Tecnológicos de La Laguna Rey (Cetlar), sin embargo ocurrió lo contrario.
"Al principio no pensé que pudiera entrar porque en anteriores exámenes escolares me fue mal. Fue una segunda oportunidad y (de terminar) sería el primero en mi familia en dedicarse a esto y buscar una ingeniería", expresa.
Cuenta que al principio su familia dudaba que realmente una institución lo becara y permitiera estudiar una carrera técnica en la especialidad de Mecánica General, pero ahora incluso sus tres hermanos admiran lo que hace.
"Venía un poco asustado... el clima fue una sorpresa y también la cultura de la gente. Siento que en algunos casos en esta región (no en la escuela, sino en la comunidad) nos hacen a un lado, pero aquí resulta diferente porque me siento igual que mis compañeros", comparte.
Omar está por terminar la segunda etapa de la carrera técnica e ingresar a la tercera y última, la cual consiste en que acuda a campo a realizar prácticas y conocer el funcionamiento manual de las unidades de minería de la empresa Peñoles.
"Nos faltan los seis meses de prácticas y luego quiero trabajar un año para luego seguir con la ingeniería. La verdad era una persona diferente antes y vine a cambiar en cuestión de mis estudios", concluye.