En el corazón del municipio de Ixtapaluca, Estado de México, se encuentra uno de los aviarios más grandes e importantes de Latinoamérica, se trata de “El Nido”, un espacio que abrió sus puertas desde hace más de 60 años y que hoy está en riesgo de desaparecer.
El sitio alberga a más de mil aves de más de 200 especies, incluso algunas en peligro de extinción, además aquí se ha logrado la reproducción del quetzal y diversas especies de crácidos como el pavón, además de la preservación de guacamayas, tucanes, loros y búhos, entre otras.
De acuerdo con Marco Antonio Silva quien forma parte del equipo del aviario, este espacio fue creado con el concepto de “El arca de Noé”, es decir, buscaron rescatar al mayor número de aves posible a fin de brindarles una oportunidad de vida digna.
“La finalidad era poder tener aquí los ejemplares en cautiverio, poderlos cuidar, preservar, reproducir para después reintegrarlos a su habitad natural. El Doctor Estudillo, que fue el creador de “El Nido” consiguió grandes avances durante toda su vida respecto al bienestar animal y su reproducción, por ejemplo aquí fue el primer santuario en el mundo donde se consiguió tener al Quetzal en cautiverio y también donde se pudo reproducir el Quetzal en cautiverio, entonces hay especies muy importantes y emblemáticas pero hay otras que algunas personas dicen ay eso es muy común pero una vida es una vida”, dijo.
Les cerraron desde hace 15 meses
Hasta agosto de 2022 el aviario subsistía con el dinero que recaudaban de las visitas guiadas que hacían para alumnos de diversas escuelas del Estado de México, la Ciudad de México e incluso otros estados del centro del país, así como de los accesos de la gente que pagaba para ingresar en familia a apreciar a estas especies.

Sin embargo, el pasado 22 de septiembre de 2022 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) realizó una auditoría de acuerdo con la ley, pero los encargados no tenían a la mano los documentos originales, y como medida preliminar se aplicó una clausura parcial temporal del establecimiento hasta que se entregaran los mismos, en un plazo de cinco días hábiles.
Aun cuando se cumplió con el requerimiento, 15 meses después de aquella visita, los animales, veterinarios, cuidadores, jardineros y responsables del sitio siguen a la espera de una respuesta.
“Siempre se habían hecho visitas y auditorias, para nosotros era normal recibirlos, pero ese día nos solicitaron unos documentos que obviamente no teníamos en original pero si estábamos amparados con copias. Nosotros cumplimos, porque se entregó la documentación dentro del periodo de cinco días que nos otorgaron y de ahí no sabemos nada, no nos han dicho que estuvo mal o porque este retraso tan largo que mantiene cerrado el lugar y por supuesto el ingreso que sostenía este paraíso de aves”, agregó.
No hay recurso que alcance
Durante los primeros meses del cierre, la familia del fundador Jesús Estudillo López, costeó los gastos del aviario “pero no hay recurso que alcance” y enseguida tuvieron que recurrir a la caridad de las personas para sostener a las aves, pues e requieren al menos 450 mil pesos mensuales para sostener “El Nido”.
Las donaciones no solo son en dinero, sino en especie, pues la dieta de estos animales se basa en papaya y plátano, así como semillas especiales.

“Muchas personas nos apoyan, nos mandan costales de papaya, de plátano pero muchos de otras partes de la República que también se han sumado a la causa nos depositan. Abrimos una cuenta de donaciones, ahí las personas pueden donar 50, 100 pesos, lo que puedan y nosotros una vez a la semana hacemos el corte de todas las donaciones vemos que nos falta y entonces con el dinero hacemos las compras”, agregó.
Dieta especial
Por su delicadeza, estas especies llevan una dieta especial, su alimentación debe ser cuidada para evitar altos niveles de azúcar en sangre, pues podrían experimentar algún padecimiento que afecte su salud como la diabetes a los humanos.
“Muchas personas nos dicen porque no se van a la centran de abastos y recogen la fruta que se deshecha y con eso se ayudan para darles de comer pero no se puede, la fruta madura tiene un alto contenido de azúcares y eso es fatal para nuestras aves,
“Al estar en cautiverio no pueden migrar largas distancias como lo harían en libertad entonces todo el azúcar se quedaría en su cuerpo, por eso la fruta que les damos tiene que ser recién empezada a madurar, prácticamente a limonada”, explicó.
Su creación hace 60 años
En los años 60’ el médico veterinario Jesús Estudillo López compró un terreno con seis hectáreas en la comunidad de San Buenaventura, conformado por más de 10 mil árboles y plantas el cual dedicaría a la investigación, conservación y reproducción de aves en peligro de extinción.
Su pasión por estos animales lo llevó a traer diversas especias y abrió el espacio a la comunidad científica para realizar varios experimentos para lograr recrear sus hábitat y así poder mantenerlas en cautiverio.
Sin embargo a modo de compartir la información en 2003 este sitio fue abierto al público en general, como un centro de educación ambiental que permite el acercamiento del ser humano con la naturaleza.
Piden reapertura
Los integrantes de “El Nido pidieron a las autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) agilizar la respuesta de reapertura para garantizar el bienestar de los animales.
“Ahorita cuál es la misión, es garantizar la integridad de los individuos que aquí habitan, no queremos pelear con autoridades, queremos que se resuelva por el bien de ellos, que se vuelvan a abrir las puertas a la gente para que tengamos el suficiente apoyo”, agregó.
A través de redes sociales, artistas, protectores de animales y ciudadanía en general ha pedido la reapertura también del santuario y han llamado a donar un poco de dinero o en especie para los animales que viven en el sitio, pues además de las aves también hay mamíferos como monos y un jaguar de nombre Zamba, entre otros.
Congreso de CdMx ya había pedido esclarecimiento
En junio de 2023, la Comisión Permanente del Congreso capitalino solicitó a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente y a la Subprocuraduría de Auditoría Ambiental, información relacionada con la clausura de este santuario.
La proposición del legislador Fausto Manuel Zamorano Esparza (PRI), fue presentada por la diputada Mónica Fernández César (PRI), quien destacó la importancia de este aviario a nivel mundial por lo que pidieron su reapertura.
“Se solicita a las autoridades competentes, ejecuten las medidas necesarias para salvaguardar la vida de las aves y preservar este importante santuario metropolitano”, se lee en el documento publicado.
En esa fecha, la legisladora Fernández César explicó que esta es una causa noble, porque va más allá de temas políticos, y lo único que se pretende es velar por el bienestar de las especies.
RR