El occiso, Pedro Morones, de 45 años de edad, quedó sin vida a escasos metros de su vivienda a bordo de una camioneta Durango de reciente modelo. Se presume que la víctima era esperada por varios sujetos armados en ese lugar.
Tras estos hechos, la SSPM se declaró en alerta, luego de que los agentes municipales que atendieron esta ejecución, fueron amenazados a través de su frecuencia por los integrantes del crimen organizado.
Por la misma vía, el radio operador les pidió que extremaran sus precauciones y que limitaran su presencia en lugares innecesarios como tiendas y lugares dedicados a la venta de comidas para evitar que sean atacados.