Maestros disidentes, estudiantes normalistas y activistas de organizaciones sociales se enfrentaron con policías estatales y federales en diversas regiones de Guerrero, dejando como saldo varios heridos.
En Tlapa, activistas del Movimiento Popular Guerrerense (MPG) tenían programada una marcha para ratificar su oposición a las elecciones, además de insistir en que se presente a los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Policías estatales y federales, todos con equipo antimotín, estaban listos para repeler la toma de carreteras e instalaciones de los órganos electorales.
Pero también se movilizó a transportistas del sitio Señor del Nicho, así como habitantes de las colonias Tlalmícatl, El Peligro y San Nicolás, quienes armados con palos, tubos y machetes se concentraron en el zócalo de Guerrero para evitar que los del MPG recuperaran el campamento del que fueron desalojados.
El primer enfrentamiento se registró alrededor de las 11:00 horas en el puente Atlamajac, donde los integrantes del movimiento instalaron un bloqueo.
Los antimotines arremetieron en conjunto con los civiles, quienes portaban palos, tubos y machetes, los maestros disidentes ofrecieron resistencia, pero fueron superados en número y decidieron retirarse en medio del incesante intercambio de piedras.
En su retirada, retuvieron a uno de los policías que participó en el desalojo, que a su vez ocasionó un segundo enfrentamiento que continuó hasta la tarde.
Integrantes de grupos civiles de Tlapa informaron que en el segundo enfrentamiento participaron grupos de simpatizantes priistas en apoyo a la policía estatal.
Juan Tenorio, dirigente de la Ceteg en Tlapa fue captado sangrante en las escaleras del palacio municipal, casi inconsciente junto a un compañero.
En Chilpancingo, la Ceteg marchó hacia las instalaciones del INE, lugar en el que un grupo de los 43 quedó cara a cara con policías antimotines.
Por espacio de una hora, pronunciaron discursos en los que llamaron a la sociedad a no votar.
Antes, cerraron la avenida Juan N. Álvarez y quemaron propaganda de varios partidos, donde policías antimotines llegaron para replegarlos.
Lograron meterlos al zócalo, pero una vez ahí lanzaron bombas de gas lacrimógeno, sin reparar en que dentro de la plaza había personas ajenas al movimiento.
En la madrugada cetegistas atacaron la sede del PAN en Chilpancingo causando destrozos en su fachada principal.
DIVISIÓN EN LAS FILAS
Uno de los principales movimientos de protesta para los comicios en Guerrero está dividido. La dirigencia y las bases de la Ceteg ahora van por su cuenta.
Esta división es tan notoria que incluso ambas fracciones mantienen campamentos por separado: el que encabeza la dirigencia se trasladó al exterior de la Secretaría de Educación estatal, mientras que “el de resistencia” se mantiene en el centro de Chilpancingo.
Osmín Valdés, secretario de la disidencia magisterial, explicó que Acapulco, Centro, Costa Grande, Norte y Tierra Caliente acordaron desconocer a Reyes Ramos como secretario general de la sección 14 de la CNTE.
“Acordó con el gobierno. Traicionó al movimiento”, aseguró el disidente de la Costa Grande, quien se refiere a los docentes que se mantienen en el Zócalo de Guerrero como “La avanzada”.
Presumió contar con hasta 30 mil integrantes, “quizás 40 mil”; mientras que el grupo que lidera Reyes Ramos, y quien junto a José Ángel Barón Venancio, vocero de la organización, fue desconocido desde marzo, apenas cuenta con 500 maestros.
Con información de: Israel Navarro, Rogelio Agustín Esteban, José Antonio Belmont y Javier Trujillo.
