Rezagada de las prioridades de salud pública que han ocupado al mundo los últimos años, la tuberculosis en animales bovinos, aparece como una amenaza que ha prendido las luces de alerta. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras asociaciones internacionales reconocieron que existe un subregistro de esta enfermedad, la cual se transmite a los humanos principalmente a través del consumo de leche y quesos frescos sin pasteurizar.
Mario Raviglione, director del Programa Mundial de Tuberculosis de la OMS y Paula Fujiwara, directora científica de la Unión Internacional contra la Tuberculosis y Enfermedades Pulmonares (La Unión), expusieron en conferencia de prensa, celebrada hoy en esta ciudad, el riesgo que supone la presencia de un foco de infección entorno a hatos lecheros en todo el mundo.
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Para 2015, refirió Fujiwara, se presentaron 150 mil nuevos casos de tuberculosis bovina (llamada también zoonótica) en humanos y más de 13 mil 400 muertes por esta causa. Sin embargo, podría ser una cifra mayor… no hay certeza sobre la misma, admitió.
Abordado en la 47 Conferencia Mundial de La Unión sobre Salud Pulmonar que se realiza en este puerto al noroeste de Reino Unido, Francisco Olea-Pupelka, investigador del Departamento de Ciencias Clínicas de la Facultad de Medicina Veterinaria y Ciencias Biomédicas de la Universidad de Colorado, enfatizó que hay un subregistro de contagios de tuberculosis bovina a nivel mundial.
“No sabemos cuántos casos existen, pero las estimaciones, los números que están disponibles son alarmantes: 150 mil personas mínimo, poraño, adquieren el contagio. Y decimosmínimo porque estos números vienen de estudios dirigidos que se han hecho en diferentes países, incluyendo México, y de ellos se intenta extrapolar o identificar cual sería el total”, dijo el investigador y cabeza de un equipo que le sigue la pista a la tuberculosis bovina, en entrevista con MILENIO.
Por tanto, agregó, no hay todavía posibilidad de calcular el subregistro.“El problema es que cada países diferente; por ejemplo en California (USA) la cantidad de casos de tuberculosis en la comunidad latinoamericana se debe al consumo de queso fresco. Los estudios han sido hechos en San Diego. Además, nuestros colegas en el CDC, publicaron hace unos meses que aproximadamente, 1.5 por ciento de los casos de tuberculosis en Estados Unidos, son de tuberculosis zoonótica”, resaltó.
Mejorar la detección de casos es uno de los principales desafíos de cara al combate de esta enfermedad, pero ahora se carece de herramientas.
“Las técnicas diagnósticas de laboratorio que se usan para identificar casos de tuberculosis a nivel mundial no permiten identificar los casos que provienen de animales. Al final, la terapia debe ser modificada debido a que la bacteria Micobacteryumbovis, que se contagia de los animales hacia las personas, es resistente a una de las cuatro drogas que se usan con mayor frecuencia en el tratamiento”, precisó.
La tuberculosis animal que se contagia a humanos es extrapulmonar, y aunque puede afectar al pulmón, lo usual es que permanezca silenciosa afectando a otros órganos, por lo cual los sistemas de salud no la detectan.
SRN