Al admitir que la Macroplaza requiere regeneración, la alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes Cervantes, dio el visto bueno al proyecto de renovación planteado por el Gobierno del Estado, siempre y cuando no se vuelva comercial la parte de la superficie.
Luego del lanzamiento del plan, que contempla una rehabilitación que podría costar hasta mil millones de pesos, la edil regiomontana comentó que la Macroplaza no puede continuar en las condiciones actuales.
“Habíamos solicitado que se nos pudiera facilitar para oficinas o para darle otro fin, pero sabemos que esa titularidad jurídica la tiene el Estado”, comentó.
En la parte de arriba, agregó, se debe tener cuidado para que no se vayan a instalar los comerciantes.
“Como en el mes de diciembre, cuando la Oficina del Gobernador autorizó que se instalarán los puesteros de la Macroplaza, pero eso puede acarrear serie de problemas y habría que evaluarlo”, señaló la edil de Monterrey.
Arellanes Cervantes mencionó que conoce el proyecto a “grandes rasgos”, no obstante, reconoció que posiblemente se busque un acercamiento con las autoridades estatales para armonizar los planes del Ayuntamiento y el Estado.
“Es algo de beneficio para los regiomontanos, pero sí que sea armonizado con los intereses y con la realidad de lo que sucede todos los días de la semana, así como armonizarlo con el Barrio Antiguo”, expuso.
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