Raquel Mora Garza, ofrece una tradicional reliquia a San Judas Tadeo desde hace más de 30 años cada 28 de octubre, como una forma de agradecer que pudo sacar a su hijo adelante y otros favores para curar a sus seres queridos que han enfermado.
“Le pedí un favor y me lo cumplió. Desde entonces me comprometí para hacerle su reliquia mientras pueda, unos años hice tamales con champurrado y desde el año pasado volví con las siete sopas y el asado porque le pedí que ayudara a un hermano enfermo”, recordó la mujer de 71 años de edad.
Al entrar a la casa y negocio de Raquel, es evidente su devoción y fe hacia el patrono de las causas imposibles, pues cuenta con diferentes figuras del santo de diferentes tamaños.[OBJECT]
“Cada día que cierro el restaurante subo y le agradezco su apoyo para que nos cuide a todos: a mí y mi hijo que vive fuera. Juego incluso al tris y pongo todos los papeles debajo de su figura”, expresó.
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La más grande de esas figuras es la que la ha acompañado desde que comenzó con las reliquias y fue el regalo que le dio Arturo Luján, uno de los fotógrafos que hace muchos años tuvo el diario La Opinión.
Raquel Mora ve como el principal favor de San Judas Tadeo sacar adelante a su hijo y darle los estudios para que sobresaliera desde que cumplió seis años. Hoy tiene 38, es Ingeniero Químico y labora en una empresa lechera en Tecate, Baja California.
“Representa muchas cosas para mí San Judas y tiene que ver, principalmente, también con que él es el que intercede por nosotros ante Dios nuestro Señor”, comentó.
crc
