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Sin acceso a tratamiento, cientos de enfermos renales fallecen

La población sin seguridad social no tiene cobertura para tratamiento de la IRC en etapas avanzadas, de alto costo. La lista de espera para terapias sustitutivas de riñón crece, consecuencia de la diabetes y la hipertensión.

Jueves al tope. Salvo un par, las 126 cabinas de la Clínica de Hemodiálisis Sanefro en Guadalajara se encuentran ocupadas. Divididos en tres grandes salas, mujeres y hombres reciben esta terapia que les permite sobrevivir a la enfermedad renal. En cada sala las máquinas se suceden una a una, junto a sillones reclinables, donde las personas se acomodan mientras las enfermeras les dan el pinchazo en el brazo –o colocan la aguja en un catéter dispuesto previamente-, y los conectan al aparato que hace las veces de sus riñones, ya inservibles. La sangre comienza a circular hacia la máquina, se filtra y vuelve al cuerpo libre de toxinas. Los pacientes deben estar pegados ahí tres a cuatro horas diarias. Tres veces por semana. Ahí aprenden a lidiar con el tedio.

Carlos sobrevive con hemodiálisis desde hace tres años. Sufre de quistes que afectaron sus riñones. Era quiropráctico, pero ya no tiene fuerzas suficientes para trabajar y hoy su esposa es quien mantiene a la pareja. "Le he batallado", dice, para pagar las sesiones. Lo logra, con ayuda de la Fundación Estela A.C. El hombre de 62 años luce cansando. Habla poco. En la sala los pacientes se hacen amigos, algunos charlan a ratos, luego callan. Prevalece el rutinario sonido de la máquina y el de las pantallas de televisión.

El gran drama para los enfermos renales en etapas avanzadas, es que el Seguro Popular no cubre la hemodiálisis, cuyo costo por sesión ronda los 1,300 pesos, en promedio, en el medio privado; por lo que de no contar con seguridad social o seguro de gastos médicos mayores, difícilmente pueden sostener el ritmo para ser hemodializados.

En teoría, 80 por ciento de los pacientes que requieren diálisis peritoneal o hemodiálisis tienen acceso a estos tratamientos (ambos reemplazan la función del riñón) si se toma como referencia el número de derechohabientes en la seguridad social. En la práctica, son mucho más los desprotegidos. Lo cierto, es que la mortalidad por daño renal alcanza a tres de cada diez enfermos en etapas avanzadas, refirió el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital General de Occidente (HGO), Héctor Enrique García Bejarano. El HGO es una institución de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ) a donde llega toda esa población abierta.

Asegurados y no aguardan con esperanza de recibir un trasplante de riñón, la única terapia que permite su recuperación total; pero la lista de espera supera las 2 mil 500 personas al año y aunque Jalisco es el estado del país que más trasplantes realiza (60 trasplantes por millón de habitantes), una tasa incluso por encima de países como Estados Unidos (que tiene 34 trasplantes por millón de habitantes) ni así cubre tan alta demanda. La lista de espera para terapias sustitutivas de riñón crece, consecuencia de la diabetes y la hipertensión.

La diálisis peritoneal y la hemodiálisis son entonces la alternativa previa y permiten una sobrevida promedio de cinco años. Mientras los pacientes esperan un riñón. Otros enfermos ni siquiera están en la referida lista, ni inscritos en un protocolo. Se conforman con ganar horas de vida con cada sesión pegados a la máquina, como Carolina, quien tiene 22 años de edad y ya dos de ser hemodializada. Antes se intentó tratarla con diálisis peritoneal, que su cuerpo rechazó.

"Me convulsioné y ya no podía caminar", cuenta la joven tapatía, cuyos riñones, simplemente no crecieron. Vive con sus padres y hermanos y su papá vende fruta en un local. La atendían en el Hospital Civil de Guadalajara donde una señora le recomendó recurrir a una fundación que hoy le sufraga las sesiones de hemodiálisis.

"Vengo tres días a la semana, lunes, jueves y sábado... Hoy me siento bien", dice animosa. "Creo que sí me anotaron (para un trasplante)", responde sin saberlo a ciencia cierta.

Subrogados

La cifra de cuantos pacientes sobreviven con terapias parece se ofrece en base a cálculos: El daño renal se mide en cinco estadíos según el grado de severidad: del uno al 3 van de leve a moderado y no requieren tratamiento de reemplazo; mientras el 4 y el 5 sí necesitan terapias sustitutivas, explicó García Bejarano.

"La enfermedad renal en Jalisco está en 1,500 pacientes por millón de habitantes que están en alguno de estos estadíos (esto es cerca de 12 mil personas). Pacientes con incidencia, son 450 por millón de habitantes que ya requieren terapia de reemplazo (cerca de 3,600 personas)", detalló el entrevistado. No todos los tienen.

En diálisis peritoneal se encuentran la mitad de los pacientes que hoy día sí gozan de terapia sustitutiva. La otra mitad en hemodiálisis. El jefe de Nefrología del HGO advierte que no es más barata la primera, pues oscila alrededor de 12 mil pesos al mes, aunque aparentemente más cómoda porque no requiere ir a una unidad especial.

La Clínica de Hemodiálisis Sanefro, la más grande en el occidente de México, brinda las sesiones en tres tandas por día, es decir a más de 300 personas diarias. Es operada por la iniciativa privada, pero 90 por ciento de sus pacientes son subrogados por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el ISSSTE. La SSJ subroga a 250 pacientes a ésta y otras unidades, un privilegio del que no gozan los 31 estados restantes del país, que no destinan recursos propios para cubrir tal gasto.

El IMSS Jalisco tiene unidades de hemodiálisis en dos hospitales del Centro Médico y algunos hospitales generales. Fuera de la seguridad social el Hospital Civil de Guadalajara (HCG) cuenta con 26 máquinas en el "Fray Antonio Alcalde" y otra decena en el "Dr. Juan I. Menchaca". Los servicios e insumos los sufragan con subrogación, apoyo de fundaciones y patrocinios.

"La situación presupuestal no nos ajusta para cubrir las terapias de todos los pacientes", admite García Bejarano, quien no especifica cuántos quedan fuera. Algunos se pagan sus terapias, como van pudiendo, un factor que afecta su calidad de vida e incide en la mortalidad.

Son esos pacientes, cientos, los que más dependen del milagro: encontrar un riñón para trasplante o que 'se mueva' alguno de los 250 pacientes que financia la SSJ, para poder acceder al tratamiento gratuito sin ser asegurado.


10% de mexicanos sufre algún grado de daño en los riñones

Cerca del diez por ciento de los mexicanos sufre algún grado de daño renal, cifra que creció en las últimas décadas al dispararse enfermedades como la diabetes, la hipertensión y la obesidad, alertaron especialistas que este segundo jueves de marzo, se suman al Día Mundial del Riñón, buscando reflectores para alertar y crear conciencia sobre este padecimiento.

“La prevalencia de la enfermedad renal se está incrementando dramáticamente en todo el mundo y el costo de su tratamiento representa uno de los mayores riesgos para cualquier sistema de salud. Las enfermedades renales afectan a más de 600 millones de personas en el orbe, es decir alrededor del 10 por ciento de la población adulta”, refirió el jefe del Servicio de Nefrología del Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional de Occidente del IMSS, Benjamín Gómez Navarro.

En México, suman más de diez millones de personas afectadas con daño renal, es uno de los países que ha reportado en los últimos años una de las mayores frecuencias de esta enfermedad; mientras que en Jalisco alrededor de 700 mil personas la padecen. De todas ellas, 90 por ciento no tiene ningún síntoma y desconoce este deterioro en sus riñones.

La insuficiencia renal avanza hasta que aparece repentinamente palidez y fatiga. Las personas se hacen un estudio y descubren que su riñón funciona apenas al 5 por ciento. Muchos son jóvenes. “La primera consecuencia grave de no detectar la enfermedad renal crónica en forma temprana es que progrese hasta sus etapas más avanzadas y requiera tratamiento con diálisis o el trasplante de un riñón”, apuntó el médico.

En Jalisco, por cada millón de habitantes hay 421 pacientes nuevos que inician diálisis cada año y estima que más de mil 500 pacientes se mantienen en activo bajo alguna forma de tratamientos sustitutivos, es decir, diálisis o hemodiálisis.

“La segunda consecuencia es que los pacientes se mueran por problemas asociados a un mal funcionamiento del riñón, como son las afectaciones en redes sanguíneas que repercuten en daño a nivel del corazón o del cerebro”, enfatizó.

Héctor García Bejarano, jefe del Servicio de Nefrología del Hospital General de Occidente (HGO) agregó que la edad promedio del diagnóstico para la enfermedad renal crónica en Jalisco es de 50 años. Y en el caso de población abierta, se reduce a 45 años.

De acuerdo con el especialista, la diabetes es el principal origen de la insuficiencia renal crónica (IRC): 40 por ciento de quienes están bajo tratamiento de reemplazo son personas que de haber controlado su diabetes, no habrían dañado sus riñones. La tecnología ha logrado aumentar significativamente la sobrevida de los enfermos renales, hasta 15 años con terapias de reemplazo, pero son costosas y desgastan al paciente.

“El reto es la prevención”, subrayó García Bejarano.

La buena noticia es que la enfermedad renal puede detectarse a tiempo mediante sencillos exámenes de laboratorio tanto en sangre como en orina. “La detección temprana es esencial para instalar el tratamiento apropiado antes de que ocurra mayor daño al riñón y/o problemas cardiovasculares”, apuntó por su parte el jefe de la Unidad de Investigación Biomédica del Hospital de Especialidades del IMSS, Alfredo Cueto Manzano.

Esta detección temprana se aconseja en pacientes con alto riesgo a desarrollar la enfermedad renal, entre ellos personas con diabetes, hipertensión, obesidad y aquellas con antecedentes familiares de IRC.

Cueto Manzano comentó que las medidas clave para proteger contra el daño renal incluyen: reducción de la presión arterial alta con medicamentos y dieta baja en sal, control adecuado de glucosa y lípidos en sangre, suspender el consumo de tabaco, incrementar la actividad física regular y mantener el peso adecuado.

Claves
Daño renal

La enfermedad renal crónica es la pérdida progresiva de las funciones de los riñones.

La diabetes y la hipertensión arterial son las causas más comunes de esta enfermedad, también conocida como insuficiencia renal crónica (IRC), falla o daño del riñón.

En México cerca de 10 millones de personas sufre algún grado de daño renal

En Jalisco unas 700 mil personas padecen la enfermedad

90% de los afectados no presentan síntomas sino hasta muy avanzado el daño

Se estima que en Jalisco alrededor de 3,600 personas requieren terapia sustitutiva de riñón


Síntomas

Cansancio o fatiga
Palidez
Anemia
Disminución del volumen urinario
Ganas de orinar frecuentemente durante la noche
Cambios en el color de la orina

SRN

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