En un 2017 marcado por el recorte presupuestal al gasto en salud, el Seguro Popular llegó a quince años de vida. Nació el 28 de febrero de 2002, en Refugio del Paredón, una comunidad empobrecida del municipio de Acatic, Jalisco, que fue la gran olvidada en este aniversario. Y es que amén de que los progenitores del esquema fueron gobiernos panistas, la efeméride de su arranque sorprendió al estado con reclamos de pacientes por el desbasto de fármacos y con protestas de trabajadores sindicalizados de la Secretaría de Salud (SSJ), que exhibieron otras carencias en los hospitales y clínicas de la SSJ, que es donde se atiende la mayoría de los afiliados. Las autoridades sanitarias afirman que todas estas situaciones se están superando y lejos de pensar en el menoscabo del servicio, las metas de afiliación y reafiliación son las mismas que las de 2016: mantener a 3 millones 72 mil 948 personas afiliadas. Incluso, presumen haberla rebasado.
En entrevistas por separado, el secretario de Salud, Antonio Cruces Mada, y comisionado del Seguro Popular en la entidad, Celso Montiel Hernández, afirmaron que Jalisco es primer lugar del país en cumplir sus metas de afiliación al sistema de protección social en salud. Y no solo eso, al corte del 28 de febrero pasado –hace un mes- se tenían registrados 3 millones 488 mil 489 integrantes, es decir, 415 mil 541 afiliados por encima de la meta. Para ambos funcionarios, a quince años, éste es un indicador positivo: fueron cerca de 762 mil los afiliados en 2002 (190 mil 642 familias).
“El Seguro Popular ha ido teniendo avances importantes en el estado de Jalisco, esto dependiendo de cada sexenio, de cada proceso administrativo… El año 2002 se brindaban 78 intervenciones, esto quiere decir, procedimientos, atención médica. En algunos se cubrían los métodos de diagnóstico, en algunos se cubrían los medicamentos, en otros nada más la intervención”, refirió Montiel Hernández, quien compartió el recuento de cómo fue creciendo este esquema de protección financiera en afiliados (ver gráficos) pero también en cobertura, en programas y presupuesto.
A los cinco años de su creación, “para 2007 ya se tenían 255 intervenciones; llega el 2012, prácticamente a diez años posteriores y se cuenta con un incremento de 284 intervenciones”, y actualmente se tienen 287 intervenciones en el Catálogo Universal de Servicios de Salud (Causes). Sin embargo, destacó, se cubren 1,663 enfermedades a través del Seguro Popular, 553 procedimientos y se brindan 647 medicamentos (claves).
Al ponderar el beneficio del Seguro Popular, Montiel Hernández señaló que se deben añadir exámenes de laboratorio, de gabinete, el procedimiento quirúrgico, la atención intrahospitalaria, y el tratamiento posquirúrgico, todo lo cual ya no sale del bolsillo del paciente. Tal fue la misión con la que nació: “proteger a la población que no cuenta con seguro social de gastos médicos, buscando que todos los afiliados tengan acceso a servicios de salud médicos, hospitalarios, farmacéuticos y quirúrgicos”, según reza la página oficial nacional.
El goce del acceso a servicios de salud es precisamente la parte que cuestionan diversos críticos del sistema de protección social en salud, como el médico y ex diputado local por el PRD, Raúl Vargas López, quien desde el nacimiento del quinceañero lo ha señalado por ser un esquema privatizador de los servicios. Otros investigadores y activistas coinciden con Vargas (ver nota aparte).
El comisionado en Jalisco apuntó que las quejas por la calidad de los servicios eran muchas al principio: “Anteriormente existía la idea de que tu ibas como paciente y que no te atendían porque el Seguro Popular no te brindaba la atención y ése era el reclamo... ‘Voy a un hospital y no me atendieron’, ‘hice mucha cola’, ‘me dijeron que tenía que pagar cuota de recuperación’, ‘finalmente tuve que pagar por el procedimiento’ y todo esto”, ejemplificó, tras reiterar que eso cambió, en especial a partir de 2016 en que la gran aseguradora que es el Seguro Popular, se convierte en un organismo público descentralizado.
“Como cualquier otra aseguradora, la que tú quieras en cualquier hospital privado que llegue un paciente, se le atiende si tiene convenio con esa aseguradora. Lo mismo sucede con el Seguro Popular, yo pago”, expuso. Y el principal convenio por ley está suscrito con las unidades de la SSJ (hospitales, clínicas y centros de salud), con el OPD Hospital Civil de Guadalajara y con otras instituciones públicas de salud. “Cuando la demanda de pacientes sobresatura dichas instituciones, con hospitales privados para subsanar los servicios”, acotó.
De ahí sostuvo que la capacidad de la infraestructura del sector es suficiente para atender la demanda de los 4 millones de jaliscienses que eventualmente carecen de seguridad social.
Respecto a la calidad de dicha atención, recordó que toda institución debe contar con una “acreditación” que otorga la autoridad federal como garantía de que ofrecerán un servicio de calidad “y es obligación de las instituciones acreditadas, atender a nuestros afiliados”, subrayó. Lo cierto, es que hay una gran saturación de pacientes concentrada en los grandes hospitales.
Por otra parte, la autoridad sanitaria reconoce que hasta el trienio pasado privaron vicios e irregularidades en la acreditación de las unidades (algunas no cumplían el 100% de requisitos), y obligadas por un mayor escrutinio, hoy muchas están sometidas al proceso para acreditarse. Sin embargo, lo que no se ha corregido es una cuestionable práctica: las instituciones acreditadas prestan servicios de salud y meses después firman los convenios como prestadoras de servicios con el Seguro Popular.
Los pacientes
En sondeo con afiliados al Seguro Popular, la gran queja contra el esquema es “la falta de medicamento”. Hasta el 27 de marzo los testimonios en ese sentido se repetían, pese a que el plazo acordado entre la SSJ y la sección 28 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud (SNTSA) en Jalisco para normalizar el abasto de fármacos e insumos –entre otras peticiones por cumplir- fue el 16 de marzo pasado.
Rosario está afiliada al Seguro Popular desde hace diez años, y hoy su única queja es que no le surten medicamento. Largas colas suele hacer cada mes, afuera de la farmacia que hoy surte la empresa Dimesa S.A. de C.V. (actual proveedora del Seguro Popular en Jalisco) sobre la calle Mariano Jiménez, y donde recurren muchos pacientes venidos de diversos puntos la zona metropolitana porque no hay abasto de los medicamentos que les recetan en sus centros de salud. Ella, vive en Huentitán, al norte de Guadalajara.
“Nos dicen que nos esperemos unos dos o tres días y que volvamos, pero como urgen esos medicamentos los tenemos que comprar”, dijo. De la atención médica no se queja. El Seguro Popular le cubrió todos los gastos de la cesárea en el Hospital de la Mujer, apuntó.
A Susana Gómez también le parece “buena la atención de los doctores, pero no hay medicamentos”; sin embargo Javier, su marido objeta el tiempo que tuvo que esperar su mujer para ser atendida en la Maternidad López Mateos.
El comisionado Celso Montiel respondió a pregunta expresa que el abasto de fármacos intrahospitalarios ya está regularizado. Mientras que el de las farmacias está “al 90 por ciento”. Los pacientes insisten en que el desabasto persiste “ni siquiera antibióticos, ni paracetamol nos dan”, dijo Martina Carreón, entrevistada en el centro de salud 4, en la colonia La Perla, de donde se fue a la farmacia del hospital viejo en busca de su medicina.
El Seguro Popular, un esquema privatizador de los servicios
El Seguro Popular fue y es, a quince años de su creación, un organismo privatizador, que no resuelve toda la demanda de los servicios de salud que tiene la población, porque su cobertura es limitada. Más aún, en el mismo lapso de tres quinquenios se evidencia la "mercantilización" de dichos servicios y la precarización del empleo de los trabajadores del sector salud, sostuvo Antonio Vital, miembro de la Alianza de Trabajadores de la Salud y Empleados Públicos.
"El estado de salud de la población mexicana tiene un deterioro creciente, porque las condiciones de vida son más precarias, con la caída de salarios y una deficiente alimentación, está generando una mayor incremento de la enfermedad y esto tiene una repercusión en los servicios de salud", explicó el activista, quien se ha dedicado años a la investigación de los sistemas de salud, seguridad social y pensiones.
En entrevista con este medio, Vital añadió que el Estado no ha cumplido en garantizar una mejor medicina preventiva, y ahora carga un creciente número de personas con enfermedades crónico degenerativas que saturan los hospitales y disparan los costos de atención.
En ese contexto, "el Seguro Popular prácticamente segmenta y limita el acceso integral a los servicios de Salud, con su catálogo de atenciones. Y lo segmenta en relación a los estudios de gabinete y otros métodos de diagnóstico. El Seguro Popular no es integral, y si no se tiene oportunidad de atención y diagnóstico, una gripa se vuelve una neumonía y un cáncer se vuelve un certificado de defunción. Hoy la oportunidad es el problema principal en acceso a la esa oportunidad".
Vital aclara que no significa que la seguridad social tenga un mejor panorama. "El sistema de Salud se ve sobredemandado porque la población se enferma más y con nuevas patologías que están agravando el acceso oportuno e integral a los servicios. Esto significa que una persona que debía ser atendida en una semana, o dos semanas, tiene cita dentro de tres meses o seis meses, eso es lo que pasa en el IMSS o ISSSTE... El Seguro Social tiene un número de derechohabientes, pero su capacidad de atención es para atender prácticamente al 60% de ellos"
Respecto al Seguro Popular, es el mismo problema "no es que la gente se afilie, pueden estar los 55 millones de personas afiliados, pero no hay capacidad de atención al 100%. Todos son discursos demagógicos, un engaño, indicó el egresado de la UNAM, quien pone el dedo en otra llaga: el intercambio de los servicios de salud cuando la brecha en infraestructura y plazas es muy ancha, afirmó Antonio Vital.
Claves
Seguro Popular
El seguro popular financia servicios de salud a todas las personas que estén inscritas en el Sistema de Protección Social en Salud: 55 millones de mexicanos.
Su principal objetivo es proteger a la población que no cuenta con seguro social de gastos médicos, a fin de que los afiliados tengan acceso a servicios de salud médicos, hospitalarios, farmacéuticos y quirúrgicos.
La atención directa la ofrecen distintos proveedores de servicios de salud tanto públicos como privados, en todos los estados del país.
Las personas que se afilian al seguro popular reciben una póliza de afiliación en donde se indica la duración de la validez del seguro
Las personas que son afiliadas al seguro popular tienen derecho a las consultas médicas en el centro de salud correspondiente, y consulta especializada, cirugía y atención en hospitales del seguro popular
Debe cubrir 647 medicamentos diferentes, algunos estudios o análisis de laboratorio y de gabinete que se incluya en el Catálogo Universal de Servicios de Salud.
Los requisitos para afiliarse
Residir en el territorio nacional.
No ser una persona derechohabiente de institución que proporciona seguridad social como pueden ser ISSSTE o IMSS
Comprobante de domicilio
Acta de nacimiento o CURP
Identificación oficial con fotografía
Fuente: Comisión Nacional del Seguro Popular
SRN