El Gran Silencio armó una fiesta en la vigésima edición del Vive Latino, haciendo vibrar a su público al ritmo del rock, ska y reggae.
La banda mexicana llevó a los presentes por un viaje a través de sus viejos éxitos; hubo momentos de canto, pero en general prendió de tal manera el ambiente que nadie paró de bailar.
"Dormir soñando", "Tonta canción de amor", "La kalaka" y "Lo que no fué no será" fueron algunos de los temas que sonaron; jóvenes y adultos demostraron que se las sabían de memoria.
La energía hizo que incluso un grupo de jóvenes cargara la silla de ruedas en la que iba uno de sus amigos, para que pudiera disfrutar del show por encima de las cabezas de los asistentes.
Los músicos se llevaron grandes ovaciones y los silbidos del público; el vocalista pidió levantar las manos y así se hizo, luego pidió cantar y las letras sonaban en una misma voz.
DIGL