Espectáculos

Mark Ruffalo: de superhéroe a periodista obsesivo

Spotlight, cinta sobre el equipo de informadores que reveló el escándalo de pederastia en la Arquidiócesis de Boston, es protagonizada por este respetado histrión dramático

Considerado con razón uno de los más versátiles actores de la actualidad, Mark Ruffalo (Wisconsin, 1967) ya tenía un prestigio como intérprete cuando alcanzó la fama internacional al ser seleccionado por Joss Whedon para encarnar a Bruce Banner/Hulk en Los vengadores. Esta vertiente comercial no afectó su ganado prestigio histriónico y ya ha sido nominado al Oscar en un par de ocasiones por Los chicos están bien (2010) y Foxcatcher (2014), en tanto ha desarrollado una variopinta carrera en el cine independiente.

Ahora se vuelve a hablar de él en temporada de premios como parte del elenco de Spotlight: En primera plana, cinta basada en hechos reales y donde comparte créditos con Michael Keaton, Liev Schreiber, John Slattery y Rachel MacAdams. Muchos críticos consideran esta película la mejor del año, y destacan la interpretación de Ruffalo como un periodista que se involucra en el revelador reportaje desarrollado por el diario Boston Globe, que descubrió una conspiración de la Arquidiócesis de esa ciudad para encubrir a sacerdotes pederastas en 2002. El filme figura entre los mejores del año y se estrena este fin de semana.

En esta cinta interpretas a un personaje real, algo que, has señalado, no fue fácil, ¿por qué?

Porque Mike Rezendes es un hombre complicado, un periodista muy entregado, con una vida personal un tanto difícil, una esposa de la que está distanciado y una carrera que parece consumirlo todo, pero así es la búsqueda de la verdad. Para mí fue difícil porque siempre he pensado en estos personajes de la vida real como auténticos héroes y en cierta forma lo son. Mike es un hombre con una conciencia enorme, y entrar en un personaje así, llegar al estado mental que exige, es algo muy difícil, porque además no tiene nada qué ver conmigo. Y eso es lo que hace atractivos a los personajes para quienes los interpretamos… Mike parece que lo ha perdido todo o casi todo, pero esta historia le hace recuperar la fe en algo, en una búsqueda de justicia, no de fama. Así que yo pensé, qué duro llegar a un punto en tu vida, a mitad de tus cuarentas, y estar así, tener que arriesgarlo todo por una historia, una historia que puede costarles caro a todos, no solo el trabajo, sino también la tranquilidad… creo que eso es lo que lo hace que interpretar a este personaje en particular sea algo muy atractivo.

Esta podría ser una historia sensacionalista como tantas que se hacen; sin embargo, la cinta es mucho más que eso

Exacto. El guión de Josh Singer y Tom McCarthy, nuestro director, está maravillosamente bien escrito, es muy duro y al mismo tiempo es muy humano, está lleno de esta verdad que sorprende. No estamos acostumbrados, y mucho menos en una cinta de este corte, a ver que las cosas se desarrollen así, a ver el lado humano de los periodistas y cómo les afecta la historia que están persiguiendo. Pero esa es la especialidad de Tom, mostrar el lado más prístino de la humanidad. Cuando vi su película anterior, Win/Win, me dejó muy impresionado no solo su estilo al dirigir, que es muy directo, muy involucrado, como vine a descubrir cuando trabajamos juntos, sino también su enorme capacidad narrativa y la manera en que hace que todos los elementos —en este caso, no solo la historia de interés humano, sino también lo que ocurre en la búsqueda de la información— se incorporen a lo que quiere contar y cómo lo consigue. Es un gran cineasta, haciendo una película importante, de las que ya no se hacían.

Uno de los grandes atractivos de la película es precisamente su elenco de ensamble.

Por supuesto. Es un gran reto trabajar con actores tan magníficos como Liev, como Michael (Keaton), que es enormemente generoso, o Rachel (MacAdams), que era la primera en llegar al set cada día y contagiaba su entusiasmo, o como el gran Stanley Tucci, que es una inspiración, al punto que mi propia interpretación se nutre de ellos, pero yo nunca pensé que pudiéramos lograr algo como esto. Tom apostó por nosotros y logró que diéramos no solo un buen trabajo de equipo, que era de esperarse, sino que hace que la historia sea totalmente creíble, y así toda la atmósfera del filme se beneficia con ello.

Ahora, gracias a Los Vengadores, puede decirse que te das el lujo de hacer lo que quieres, ¿no es verdad?

Sí, la verdad, tengo que reconocer que tengo suerte con eso. Hacer una carrera en este medio no es cosa fácil. Yo empecé muy abajo; llegué a Los Ángeles con 18 años y hasta que cumplí los 28 no conseguí algo que se pareciera a un trabajo estable. Estoy seguro de que nunca voy a olvidar esos años de inseguridad, de no saber si iba a poder pagar el alquiler de mi apartamento. Para los actores esta profesión es una lucha constante. Y créeme, podrás tener una película de éxito, pero nada está escrito, y el día de mañana nadie te llama. Así que, sí, poder elegir tus papeles es un lujo, pero esta carrera para nadie es un regalo.

Con todas las interpretaciones que has hecho, y todo lo que has conseguido, ¿eres capaz de hacer una autocrítica y reconocer tu mejor y peor trabajo?

Soy muy exigente conmigo mismo. Una de las películas que más me gustan es Puedes contar conmigo (2000), pero la hice hace mucho tiempo. Me parece una gran película. Desde entonces estoy tratando de hacer algo parecido. Admiro también a Kenneth Lonergan, su director, que ha luchado siempre por la integridad de su obra. Eso siempre es admirable. Me siento muy orgulloso también de Zodiaco, con David Fincher, de In the cut, una película de Jane Campion, y de Shutter Island. Pero de verdad me gusta mucho Spotlight. Como actor me gusta analizar mi trabajo para mejorar mis interpretaciones, quiero seguir aprendiendo constantemente, porque la actuación es un músculo que no hay que dejar de ejercitar. Y sobre la peor… pues no sé… hay cosas que ya olvidé, y seguramente fue por algo (risas).

Alguna vez declaraste en una entrevista que no te consideras estrella de Hollywood. ¿Aún lo crees?

No he cambiado de opinión. Sí, me reconocen más ahora y el dinero que llega es muy bueno, pero al final, todo es una ilusión, como una película. Las cosas cambian a tu alrededor rápidamente y todo se vuelve humo de un día para otro. En Hollywood subes y bajas, la gente transforma su cuerpo y la industria sigue su rumbo. Personalmente, prefiero la vida real. La fama y todo eso es algo muy veleidoso y yo no tengo ningún control sobre ello. Como tú mismo decías antes, el éxito de Los Vengadores me brindó la oportunidad de poder elegir los proyectos que quiero interpretar y éstos suelen estar dentro del cine independiente. Me gusta vivir a mi manera. Mi estilo de vida no es costoso, no voy a fiestas, no tengo que mantener un equipo de 20 personas a mi alrededor. Me gusta estar en casa con mi familia y mis hijos cuando no estoy rodando. Todo lo demás me parece una afectación y no tiene nada que ver con lo que realmente quiero hacer. Lo bueno es cuando llega una película como Spotlight, te recuerda que hay veces en que lo que haces puede significar algo, en algún lugar, en alguna persona, y eso hace toda la diferencia del mundo.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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