Para Alejandro González Iñárritu compartir su conocimiento con Tom Shoval, un joven cineasta israelí, le devolvió la ilusión de sus inicios en el cine, sin embargo, sabe que las nuevas generaciones tienen un camino difícil para sobresalir en una industria destinada al entretenimiento.
"Los jóvenes de hoy que se enfrentan a ser cineastas van contra una industria que ha convertido el cine en un producto de entretenimiento, como una hamburguesa predecible, diseñada para un gusto que no genere inconformidad. Que el cine sea un medio de expresión individual se ha convertido en un problema serio, porque no hay salas de exhibición para eso. Aquí en México la película de Tom será difícil que tenga oportunidad, porque el cine está acaparado por un mercado al que solo le interesan las franquicias.
"Creo que hoy en día se hace un gran cine en muchas partes del mundo, pero tiene muy poca salida para ser visto por la gente. Las masas están en una dieta de hamburguesas McDonalds mientras han grandes chefs haciendo grandes platillos, y esas masas no tienen la oportunidad de deleitar esas experiencias exquisitas, es como si 89 por ciento de los restaurantes del mundo fueran McDonald's", declaró González Iñárritu.
Ante la propuesta de convertirse en mentor, el cineasta dudó por considerar que no es capaz ni siquiera de enseñar a sus hijos a comer, no obstante, aceptó participar en la iniciativa Mentor & Protégé, de Rolex, razón que lo trajo de vuelta a México para compartir el proceso de enseñanza.
El tiempo de convivencia volvió a Tom parte de la preproducción, rodaje y postproducción de The Revenant, la nueva cinta de G. Iñárritu, filmada en las montañas rocosas canadienses.
"Cuando conocí el trabajo de Tom me di cuenta de una gran empatía al ser humano, una gran curiosidad, conocimiento del cine y pasión, entonces le abrí el acceso a mi proceso y le enseñé la ropa sucia.
"Tom es un maestro de cine y mantiene un entusiasmo y una mirada pura al cine que yo en los últimos años he perdido, quizá es el costo de mi oficio y que la gran mayoría de las veces que veo cine es una desilusión, porque eres como con un mago, sabes los trucos que hay detrás, pero cuesta cada vez más trabajo hacer un cine que me lleve de la mano a otro nivel. Es una incapacidad que tengo, y platicando de cine con Tom me volvió a conectar con ese entusiasmo que sentí cuando era más joven y eso me revitalizó de una manera importante", aseguró González Iñárritu en conferencia de prensa.