A finales de la década de los 80, la creatividad de Masamune Shirow, dibujante de manga japonés, creó un universo futurista que hizo soñar a millones de lectores con robots, titulado Ghost in the Shell (La vigilante del futuro); ahora, después de casi 30 años, Scarlett Johansson protagoniza la adaptación cinematográfica.
“Esta película es un homenaje al anime y al manga. Es un proyecto interesante, porque el futuro no se plantea como creíamos, es más bien una idea indulgente de él”, dijo Johansson, protagonista de la película en entrevista proporcionada por la distribuidora.
El éxito de esta historia la convirtió en un anime de culto; sin embargo, el atractivo principal de esta historia, de acuerdo con Johansson, es el planteamiento de un futuro cercano distinto al que se ha plasmado en otras producciones de Hollywood.
“Este no es un universo alterno, es un futuro cercano. Los humanos utilizan la tecnología para su beneficio, pero también se han vuelto dependientes y han perdido su propósito de vida. Vivimos en un mundo estéril, desolado”, destacó.
Johansson comentó que el terrorismo cibernético es actualmente uno de los miedos más grandes de la humanidad, por lo que para Rupert Sanders, director de la película, fue interesante crear un mundo a corto plazo gobernado por la tecnología.
“Ella encabeza un grupo fondeado por el gobierno, Sección 9, que lucha contra el ciberterrorismo. Fue una aventura interesante, para mí y el director, combinar tantos elementos emocionales y futuristas”.
La protagonista de afamadas cintas como Perdidos en Tokio y Lucy, dijo que trasladar a la pantalla grande la psicología de su personaje Major ha sido una de las mejores experiencias en su carrera como actriz debido a la profundidad emocional que conlleva.
“A través de su lucha contra el terrorismo, se embarca en un camino de autodescubrimiento de una manera inesperada. Vive buscando una identidad propia”.
Además de la compasión que el público podrá experimentar, la actriz espera que La vigilante del futuro deje al público sorprendido con las escenas de acción.
“Esta película no sería lo mismo sin los disparos y las locas escenas de acción; hemos manejado las coreografías de peleas, las armas y demás escenas de riesgo”.